Agencia Espacial Europea
El módulo de Rosetta podría despertar antes de un mes
Los científicos de la misión Rosetta insisten en que su módulo Philae, posado en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, podría despertar este mes o el que viene, para lo que necesita 5,5 vatios para que arranque su ordenador, 9 vatios para que empiece a escuchar y 19 para que responda a Rosetta.
Así lo ha detallado, en un ciclo de conferencias organizado por la Fundación Ramón Areces, el investigador Laurence O’Rourke, uno de los coordinadores de operaciones científicas de la misión Rosetta en la sede de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Madrid.
El pasado 12 de noviembre el módulo de aterrizaje de Rosetta (Philae) se posó en la superficie del citado cometa, estando operativo durante casi 57 horas y consiguiendo enviar algunos datos.
Este minilaboratorio, el primer instrumento humano en posarse en un cometa, quedó en una zona oscura del cuerpo celeste, por lo que no pudo recargar sus baterías solares y entró en hibernación.
O’Rourke ha explicado que a medida que el cometa se acerca al Sol, las posibilidades de que Philae despierte aumentan.
Para ello, Philae necesita tener potencia suficiente en sus paneles solares y arrancar así sus instrumentos. Según este investigador, al menos necesita 19 vatios para responder a Rosetta.
Sin embargo, esto no es suficiente, ha añadido este experto, ya que también es imprescindible que la temperatura interna de Philae aumente (-45 grados es la temperatura límite a la que podría estar).
En este ciclo también ha participado Jorge Potti, director general de Espacio de GMV, quien ha confiado en el despertar de Philae, y Álvaro Giménez, director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA, quien ha asegurado: cuantas más respuestas se consiguen del espacio, más preguntas se generan.
Sobre Rosetta, Giménez ha dicho que ha logrado cumplir los objetivos de fascinar, innovar (se desarrolló una tecnología antes no desarrollada) e inspirar a las nuevas generaciones.
Por su parte, Rafael Rodrigo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha señalado que aún queda mucha misión, como ver qué pasa cuando el cometa se acerque al Sol: el máximo de acercamiento se producirá el 13 de agosto, a 186 millones de kilómetros.
También, queda por ver si Philae se despertará y podrá mandar datos de alguna muestra de la superficie del cometa.
«Aun así, es un hito para la ciencia comentaria y Europa tiene que estar orgullosa de su liderazgo», ha subrayado.
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