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Encuentran los restos de un palacio en Jerusalén donde pudo haber sido juzgado Jesús

Un grupo de arqueólogos ha localizado una prisión en el lugar donde, según creen, pudo haber sido sometido a juicio y condenado a muerte Jesús. Se trata de un palacio en la zona oeste del centro histórico de Jerusalén donde, según se cree, se situaba el palacio del rey Herodes durante el siglo I, según publica el diario estadounidense 'Wahington Post'. Según el profesor de arqueología de la Universidad de Carolina del Norte Shimon Gibson, el lugar donde habría tenido el juicio conforme al relato del Evangelio de San Juan "estaría cerca de una de las puertas de la ciudad y pavimentado con losas de piedra". "Los detalles concuerdan con los descubrimientos arqueológicos que se han realizado cerca de la prisión".

En la actualidad, la tradición sitúa el lugar del juicio de Jesús en un lugar conocido como 'El empedrado' situado en la fortaleza Antonia (donde antiguamente había un cuartel militar) y, según se cree, el 'praetorio' del procurador romano de entonces, Poncio Pilato, y cuyo pavimento coincide también con la descripción.

De hecho, quienes recorren la Vía Dolorosa por la que, según la misma tradición, Jesucristo partió del praetorio por las calles de Jerusalén hacia el monte Golgota (a las afueras de la antigua muralla) para ser crucificado lo hacen actualmente desde ese lugar.

Sin embargo, "algunos afirman que dicho 'praetorio' podría estar en el cuartel militar y otros creen que el general romano debía ser huesped en el palacio de Herodes", donde se ha producido el descubrimento arqueológico, según explica Gibson.

A juicio del arqueólogo estadounidense, "hay pocas dudas de que el juicio tuvo lugar en algún punto del complejo del palacio de Herodes", aunque reconoce que "no hay ninguna inscripción que declare que ocurrió ahí". "Pero todo --las fuentes evangélicas, históricas y arqueológicas-- encaja y tiene sentido", asegura.

Aún así, los expertos consultados por el diario estadounidense consideran "poco probable"que se cambie la ruta de la actual Vía Dolorosa, pese a que, según el responsable de dirigir la excavación, el arqueólogo del distrito de Jerusalén Amit Re'em, dicho recorrido ha variado a lo largo de la historia.

"En el periodo bizantino, por ejemplo, empezaba cerca del área donde ahora está el museo, en la parte oeste de la ciudad. No fue hasta el siglo XIII cuando se movió a la fortaleza Antonia, situada cerca e la mezquita de al-Aqsa y la cúpula dorada", asegura Re'em.

El hallazgo tuvo lugar durante las obras para expandir el Museo de la Torre de David, cerca de cual se sabe con certeza que se situaba el palacio del excéntrico rey judío, y que se han alargado durante 15 años debido a la falta de financiación y las guerras.

Los arqueólogos localizaron el palacio y la prisión al derruir un edificio abandonado colindante con el museo y comenzar a extraer capas de suelo de un lugar donde antes se albergaban unas prisiones, durante la dominación del Imperio Otomano y, posteriormente, la del Británico.

Además de dicho palacio, las excavaciones han sacado a la luz otros descubrimientos como las inscripciones en las celdas de los judíos presos durante el conflicto en 1940 para crear el Estado de Israel, restos de industria textil de la época de los cruzados y un sistema de alcantarillado subterráneo que probablemente se situaba bajo el palacio de Herodes. "Es como una tarta que muestra todas las capas de Jerusalén", según la directora del museo, Eliat Lieber.

De hecho, los responsables de dicha institución ya han indicado que están trabajando en nuevas guías del museo que expliquen la historia cristiana que podría albergar el lugar y, según su directora, confían en que "se convierta en un lugar de visita"para los turistas y peregrinos de dicha confesión.