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Claves del crimen de Asunta: infidelidades, planes de asesinato y pornografia infantil

El cuerpo sin vida de Asunta Basterra fue encontrado en una pista forestal. Un crimen que conmocionó al país con muchas incógnitas por resolver 10 años después.

Asunta Basterra abrió un año antes de morir un blog en inglés, donde colgó está foto y contaba historias en inglés
Asunta Basterra abrió un año antes de morir un blog en inglés, donde colgó está foto y contaba historias en inglésLa RazónLa Razón

El crimen de Asunta Basterra conmocionó al país el 21 de septiembre de 2013. El cuerpo sin vida de la niña fue encontrado de madrugada en una pista forestal de la localidad de Teo. Había sido colocado con mimo a un lado del camino, junto a un árbol. Asunta, de origen chino, tenía 12 años y había sido adoptada por una pareja muy conocida en la sociedad gallega. Rosario Porto nació en una familia acomodada y era hija de un conocido abogado de Santiago de Compostela. Trabajó en el bufete de su padre, del que heredó el cargo de cónsul de Francia en Santiago. Durante una época fue parte importante de las actividades sociales y culturales de la ciudad. Precisamente, en uno de esos acontecimientos conoció a Alfonso Basterra, que llegó a su vida en un momento en el que Rosario había roto con una pareja que no era del agrado de su familia.

Alfonso nació el Bilbao pero llegó a Santiago en la década de los 80. Especializado en información económica, trabajó como corresponsal de un medio nacional y colaboró con programas de radio y televisión. Era una pareja modélica muy integrada en la sociedad compostelana. Pero ante la imposibilidad de tener descendencia, la pareja decidió adoptar a una niña de origen chino, que trajeron a España cuando tal sólo tenía 9 meses. Era la primera niña china adoptada que llegaba a Santiago y de las primeras en hacerlo a nuestro país.

Rosario Porto (d) y Alfonso Basterra (i), los dos principales acusados de la muerte de su hija Asunta Basterra, durante la sesión del juicio que se celebró en Santiago de Compostela.
Rosario Porto (d) y Alfonso Basterra (i), los dos principales acusados de la muerte de su hija Asunta Basterra, durante la sesión del juicio que se celebró en Santiago de Compostela.lavandeira jrAgencia EFE

Un acontecimiento de esta envergadura fue recogido por los medios de comunicación locales. En una entrevista en la televisión gallega, Rosario dijo que “la adopción es para toda la vida, es como una maternidad biológica”. Alfonso, por su parte, compartía la emoción de la niña al llegar a España: “Fue aterrizar y ponerse a llorar, solo dejaba que nos acercáramos Charo o yo”.

Porto quiso que su hija adoptiva tuviera las mismas oportunidades que tuvo ella: La llevó a los mejores colegios y amplió su formación con numerosas actividades extraescolares como ballet, piano, violín, chino, francés e inglés. Asunta demostró pronto que era una niña con altas capacidades y muchas inquietudes. La pareja Porto-Basterra decidió hacer un reparto de tareas. Rosario era la principal fuente de ingresos y seguiría trabajando. Alfonso decidió dejar la intensa actividad diaria del periodista para hacer colaboraciones esporádicas que le permitieran ocuparse de la casa y de la niña. Los dos vivían por y para su nueva hija.

Lugar en el que fue encontrado el cadáver de Asunta Basterra
Lugar en el que fue encontrado el cadáver de Asunta Basterralarazon

Rosario Porto tenía todo lo que una cualquier persona querría. Estabilidad laboral, reconocimiento social y profesional y una familia. Pero eso no era suficiente para ella, no era feliz. Una personalidad débil, muy marcada por la recta educación de sus padres, le generó una desconfianza tal que tuvo que ponerse en manos de especialistas.

Esta fragilidad se acrecentó con la muerte de su madre en octubre de 2011, el principal referente de su vida. Precisamente en esa época comenzó una relación extramatrimonial con un empresario compostelano. Pocos meses después, Rosario perdió también a su padre, en julio de 2012. La abogada no pudo superar este duro golpe y entró en una profunda crisis, que acabó rompiendo definitivamente su matrimonio, que se rompió en mil pedazos en enero de 2013, momento en el que Alfonso conoce la infidelidad de su mujer.

Asunta Basterra, el día de su muerte, con la camiseta que se contaminó en el laboratorio forense
Asunta Basterra, el día de su muerte, con la camiseta que se contaminó en el laboratorio forenselarazon

El divorcio fue complicado, con ambas partes luchando por la custodia de la pequeña Asunta, que un juez decidió que se quedara con su madre. Pero en mayo de 2013, Rosario sufre una crisis y tiene que ser internada por motivos psicológicos. A pesar de todo, Alfonso fue el único que estuvo a su lado y el distanciamiento se fue acortando, hasta el punto de llegaron aun acuerdo. Alfonso la ayudaría con el cuidado de Asunta a cambio de que Porto rompiera con el empresario.

Parecía que las aguas volvían a su cauce y la pareja llegó a pasar unos días de vacaciones juntos. Eso fue el inicio del fin de Asunta, que fue encontrada muerta el 21 de septiembre pero su muerte había sido preparada y ensayada desde meses atrás.

Los primeros días del caso fueron caóticos. La rápida incineración del cuerpo, la detención de los padres en el tanatorio, las extrañas declaraciones de Rosario, las cenizas sin reclamar durante días...

Un crimen planificado

En esos primeros días, Rosario y Alfonso ejecutaron su plan. Lo primero fue incinerar el cuerpo de la niña con celeridad, para hacer desaparecer las pruebas que no habían sido detectadas en la autopsia. Después, el circo. Defender que se había tratado de un secuestro. Que la niña había pasado el día estudiando en casa de su padre y que de camino a casa había sido arrebatada por alguien contra su voluntad. Basterra indicó que no había salido de casa... Para poner un poco más de ruido en el caso, Rosario declaró un extraño suceso en su casa. Según dijo, el 4 de julio un hombre vestido de negro y con guantes de látex entró en su casa y trató de atacar a Asunta pero al ser descubierto, huyó. No lo denunció nunca ante la policía y no se encontró nunca una prueba que diera cierta verosimilitud a estas palabras. Quizás fue un primer intento de asesinato... pero nunca se sabrá.

Los escollos del caso Asunta Basterra: estos fueron los indicios que hicieron poner el foco en los padres
Los escollos del caso Asunta Basterra: estos fueron los indicios que hicieron poner el foco en los padreslaSexta.com

El ordenador de Basterra

Otro de los puntos controvertidos fue el ordenador de Alfonso Basterra. Tras dos registros en su casa, en los que los investigadores no habían detectado nada, la defensa del periodista insistió en que realizaran una tercera inspección ocular. En ella, sobre una mesa y bien a la vista, encontraron el ordenador de Basterra. Los especialistas indicaron que había sido borrado en su totalidad, pero lograron recuperar numerosas y sorprendentes imágenes eróticas de Asunta y material de pornografía infantil, protagonizada por jóvenes de origen asiático.

Los investigadores sospecharon desde el primer momento que Alfonso fue el ideólogo del crimen para satisfacer a Rosario. Asunta era una niña con inquietudes, que se convirtió en un estorbo y decidieron acabar con ella.

La investigación y posterior juicio aclaró casi todas las dudas... excepto uno: el móvil del crimen. La sentencia dejó claro que Rosario y Alfonso planearon y ejecutaron juntos y de común acuerdo el asesinato de su hija. Desde al menos tres meses antes de la muerte, le comenzaron a suministrar distintas dosis de lorazepam, un fármaco que produce somnolencia y sedación. Fueron los primeros ensayos para lo que ocurriría después. Alfonso compró Orfidal en un céntrica farmacia en al menos tres ocasiones: Al menos 125 comprimidos. La excusa para que la niña las tomara era una presunta alergia que ningún médico había diagnosticado. Su estado durante esos periodos de medicación fue detectado en la escuela y en algunas de las extraescolares, pero sus padres siempre defendieron que era culpa del antihistamínico.

Asunta al poco tiempo de ser adoptada por Rosario Porto y Alfonso Basterra
Asunta al poco tiempo de ser adoptada por Rosario Porto y Alfonso Basterralarazon

El 21 de septiembre de 2013 fue el elegido para acabar con su vida. Porto y Asunta fueron a comer a casa de Basterra, en la calle Doctor Teixeiro. El periodista preparó la comida y le mezcló con los alimentos una dosis tóxica para lograr sedarla antes de acabar con su vida asfixiándola.

Sobre las 18:15 horas, Rosario salió del domicilio para recoger su coche y llevar a la niña a la casa que tenía en Montouto (Teo). Allí, entre las 18:33 y las 20:00 horas, le ató los brazos y los tobillos con una cuerda del plástico naranja para poder matarla sin que pudiera oponer resistencia. Después, le tapó nariz y la boca probablemente con un pañuelo de papel y la asfixió. Después, dejó el cadáver en una pista forestal cercana y se fue a su casa para continuar con el plan previsto: simular que la niña había desaparecido y que alguien desconocido la había matado.

Las cámaras de seguridad demuestran que Rosario salió de la casa sola y que viajó hasta Teo con Asunta en su coche. Alfonso tenía su propio plan. Pasar desapercibido y que, en el caso de que se descubriera lo ocurrido, que no hubiera pruebas contra él. De hecho, sólo le graba una cámara, pero pasó por delante de ella para que asentara su coartada. Sin embargo, no contaba con que una compañera de clase de Asunta le reconociera por la calle cuando esperaba a que llegara Rosario con el coche.

Durante el juicio, fue habitual ver a Rosario atormentada, llorando constantemente, aunque siempre defendió que su hija fue secuestrada. Alfonso declaró en la misma línea, pero no mostró ninguna señal de arrepentimiento. Es más, sorprendió por su entereza y frialdad durante todo el proceso.

El juicio, que comenzó en octubre de 2015, terminó con una condena para ambos padres de 18 años de cárcel sin posibilidad de reducción de pena por asesinato con agravante de parentesco.

Rosario Porto no pudo superar lo ocurrido y, a pesar de estar vigilada y sometida a un protocolo antisuicidio, trató de quitarse la vida en dos ocasiones. A la tercera lo logró y fue encontrada muerta en su celda de la prisión de Brieva. Con ella se fueron muchas de las esperanzas de que algún día se conozca la verdad del caso.

Basterra sigue encarcelado y es el único que conoce todas las claves, pero será difícil que decida explicar por qué unos padres decidieron acabar con la vida de una hija ejemplar, a la que habían ido a recoger al otro extremo del mundo para ofrecerle la oportunidad de poder vivir en un mundo mejor.

Entierro de Rosario Oporto, la madre de Asunta Basterra en el cementerio de Boisaca, en Santiago de Compostela, Galicia (España), a 26 de diciembre de 2020. Rosario se suicidó en la carcel.
Entierro de Rosario Oporto, la madre de Asunta Basterra en el cementerio de Boisaca, en Santiago de Compostela, Galicia (España), a 26 de diciembre de 2020. Rosario se suicidó en la carcel.Álvaro BallesterosEuropa Press

Homenaje a Asunta Basterra

Tras la muerte de Asunta, que hoy tendría 22 años, el árbol situado cerca de donde fue encontrada se convirtió en un santuario, que sigue muy vivo a día de hoy. Diez años después del crimen, el altar sigue lleno de postales, flores, muñecos y otros objetos en recuerdo a la joven asesinada. Entre todos los objetos, destaca una dedicatoria fijada al árbol y acompañada de varias estampitas que dice: "Asunta Yong Fang. (2000 -2013). Tu recuerdo estará siempre presente en este lugar al que acudimos los que lloramos tu pérdida. Del mismo modo que siempre estarás en el corazón de los que te quieren y te echan de menos. Nunca te vamos a olvidar Asunta. Siempre te tendremos en nuestra mente y en nuestros corazones. Descansa en paz".