
Cocina
Una cocinera británica resuelve el debate: ¿huevos en la nevera o fuera?
En muchos hogares españoles todavía se dejan los huevos en la encimera o en un armario

Mary Berry, una de las cocineras británicas más reconocidas, ha dado su opinión sobre un tema que genera debate en todo el mundo: ¿dónde deben guardarse los huevos para que se conserven mejor? Su respuesta es clara: en el frigorífico.
La importancia de refrigerarlos
Berry recomienda mantener los huevos en su caja original dentro de la nevera, alejados de alimentos con olores intensos para evitar que los absorban a través de la cáscara. Además, aconseja colocarlos con la punta hacia abajo para que la yema permanezca centrada. Este método es similar al que se sigue en países como Estados Unidos, donde se lavan los huevos y se elimina su capa protectora, lo que obliga a mantenerlos refrigerados.
En España, aunque la normativa permite que se vendan a temperatura ambiente en supermercados, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda guardarlos en el frigorífico nada más llegar a casa. La razón es sencilla: una vez expuestos a cambios de temperatura, aumenta el riesgo de condensación en la cáscara, lo que facilita la entrada de bacterias como la salmonela. Por eso se insiste en conservarlos a una temperatura estable, preferiblemente igual o inferior a 4 °C, y en una balda interna de la nevera en lugar de la puerta.
¿Y si se guardan fuera?
En muchos hogares españoles todavía se dejan los huevos en la encimera o en un armario. Esto se debe a que, en origen, los huevos no han sido lavados y mantienen su cutícula natural, que actúa como barrera protectora. Sin embargo, los expertos coinciden con Berry en que la refrigeración resulta más segura y alarga su vida útil, sobre todo en meses calurosos o en zonas donde las temperaturas son elevadas.
¿Es posible congelarlos?
Mary Berry también ha señalado que los huevos pueden congelarse y utilizarse más adelante. Lo recomendable es usarlos antes de cuatro meses para preservar mejor su calidad. Para hacerlo, se deben batir ligeramente y añadir una pizca de sal si van a destinarse a platos salados, o un poco de azúcar en caso de recetas dulces. Las claras, en cambio, pueden congelarse tal cual sin necesidad de añadir nada.
En España, la recomendación oficial es comprar siempre huevos con la cáscara intacta, sin grietas ni fisuras, y comprobar la fecha de consumo preferente indicada en el envase. Si los huevos han estado mucho tiempo a temperatura ambiente, lo mejor es pasarlos al frigorífico cuanto antes. Y una vez dentro, lo ideal es no sacarlos repetidamente ni exponerlos a cambios bruscos de temperatura para evitar condensación.
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