Pacientes

¿Cómo acelerar las soluciones?

La Razón
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Durante los últimos años ha habido avances muy importantes en el tratamiento de tumores contra los cuales no teníamos terapias efectivas. Particularmente se podría resaltar el desarrollo reciente de fármacos antitumorales probados clínicamente con éxito, basados en la activación del sistema inmune como vía para que el propio organismo contribuya a la erradicación de los tumores. A pesar del éxito, aún hay demasiados cánceres que no sabemos controlar, debido en gran parte a su enorme complejidad. Además, cuando el cáncer ya se ha diseminado por el organismo (la denominada metástasis) su curación se hace aún más difícil.

Por tanto, necesitamos más investigación para acabar con tumores y metástasis que eluden los tratamientos disponibles. En 2015, incorporamos al CNIO dos nuevos grupos de investigación en metástasis con el objetivo de encontrar maneras de atacarla. Sin embargo, además de aumentar los recursos destinados a la investigación, es necesario aumentar la velocidad a la cual se trasladan los descubrimientos científicos a realidades terapéuticas para los pacientes. De hecho, al desierto que existe entre «el descubrimiento» y los tratamientos se le denomina «valle de la muerte», término referido a la potencial muerte de resultados de interés terapéutico debido a una deficiente investigación «traslacional» aplicada a los mismos. En el mejor de los casos, cuando existe una traslación, se tardan unos 15-20 años para obtener fármacos a partir de los resultados iniciales.

¿Cómo acelerar esto? Podemos acercar la investigación que se hace en instituciones como el CNIO a la industria farmacéutica. Así, grandes farmacéuticas se están acercando a centros como el CNIO para encontrar nuevas dianas contra el cáncer, a través de los llamados programas de «innovación abierta». Esto genera un círculo virtuoso: a los científicos nos permite captar financiación para desarrollar proyectos muy innovadores, y a la industria farmacéutica le permite acceder a nuevas ideas contando con los investigadores líderes en cada campo. En 2014 y 2015 el CNIO cerró acuerdos con farmacéuticas internacionales por casi 5 millones de euros anuales. Pero aún podemos hacer más para atravesar más eficientemente «el valle de la muerte». En el CNIO tenemos un programa de desarrollo de fármacos que ha conseguido atraer la atención de compañías farmacéuticas con quienes hemos firmado acuerdos de licencia y codesarrollo. Con ello esperamos contribuir a que haya nuevos tratamientos para los pacientes, pero también esperamos demostrar a la sociedad que la investigación es una de las inversiones más rentables: podemos contribuir a acortar el «valle de la muerte», y obtener a la vez importantes retornos para nuestras instituciones.