La Sexta

Atención: puede que su superior le esté espiando

laSexta estrena esta noche en horario «prime time» la tercera temporada de «El jefe infiltrado»

Carlos Garrido a la izda., con uno de sus empleados,
Carlos Garrido a la izda., con uno de sus empleados,larazon

laSexta estrena esta noche en horario «prime time» la tercera temporada de «El jefe infiltrado»

Ser observador de tu propia empresa sin ponerte los galones de máximo responsable puede ser un arma de doble filo, ya que los disgustos van parejos a las alegrías según la experiencia de cada cual. A partir de hoy se puede comprobar en la tercera temporada de «El jefe infiltrado», que se estrena hoy en laSexta en horario «prime time».

«Ha sido un rodaje muy divertido y, sobre todo, revelador, porque me sigue motivando la empresa, siempre busco cómo mejorar», comenta Carlos Garrido, propietario de Taxis Garrido, una flota de 60 vehículos que opera en Barcelona. Consciente de que la Ciudad Condal es en estos momentos uno de los mejores termómetros para medir la calidad de los servicios públicos en España, es consciente de que el taxi es un sector clave para el municipio.

Cambio de identidad

Así, cambia su identidad física y regresa a pie de pavimento para realizar su particular test sobre la actitud de sus trabajadores y detectar posibles fallos de operatividad. «Ten en cuenta que es un negocio que ha tenido que actualizarse sí o sí para dar el mejor servicio a los clientes. Los avances informáticos deben ser uno de nuestros mejores aliados pero sin perder que un taxista tiene que conocer las calles, no sólo fijarse en la ruta que le marca de GPS», explica. Y sí, se ha llevado alguna que otra decepción con personas en las que confiaba sin saber que se erigían en cuasi propietarios con una manera de moverse con el vehículo por la ciudad casi de forma dictatorial. «No es que tengamos que ser unos mayordomos con una actitud servil, pero no es menos cierto que el cliente casi siempre tiene la razón», comenta.

Este jefe infiltrado volverá a vivir la noche barcelonesa, que no siempre es amable, acompañando a un taxista que desde que cambió el turno ha bajado su rendimiento. También trabajará con un empleado al que se le dio la oportunidad de la reinserción social al proporcionarle trabajo y comprobará cómo el machismo sigue siendo una parte importante de la profesión.

Pero hay más basura debajo de la alfombra, como negociaciones prohibidas, pactos de precios con el cliente, algunos casos de desmotivación y dejadez cuando de lo que se trata es de recorrer la ciudad buscando clientes. También está la otra cara de la moneda, que no es otra que personas que están muy implicadas en su trabajo. Carlos Garrido valora la experiencia positivamente. No sólo porque le ha permitido conocer el submundo de su empresa, además ha descubierto fórmulas de mejora reales y, una de las cosas muy importantes, «lo divertido que puede ser el mundo de la televisón.