Galicia
«El faro» une las televisiones autonómicas
Las cadenas producen una serie de 120 capítulos que se emitirá a partir del lunes
Las cadenas autonómicas han decidido unir sus fuerzas para lanzarse a la aventura de producir una serie de ficción diaria que seduzca a la audiencia. Hace muchos años que esto no sucedía en España y puede ser un inicio que tenga continuidad en el futuro, siempre y cuando el veredicto sea favorable. Once televisiones de la Forta (Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos) y Canal Extremadura se han implicado económicamente en «El faro», una producción de 120 capítulos que ha contado con un presupuesto de 2,7 millones de euros, que se estrenará el lunes en Telemadrid, Castilla-La Mancha Televisión, Televisión Asturias, entre otras. En el resto de las autonómicas se podrá ver a finales de 2013 y principios de 2014.
Tramas universales
«El futuro es pensar más para gastar menos. Hemos tenido un presupuesto muy ajustado para un equipo de 200 actores y técnicos, que ha trabajado durante meses», explicaba ayer Zara Ceballos, productora ejecutiva de Atlántica Media, responsable de la serie. Ha sido rodada en Galicia, en un plató de 850 metros cuadrados en el que se ubican 14 decorados. La primera premisa era que en su argumento se optase por una trama universal, que se alejase de las localistas, algo muy recurrente hasta el momento en las autonómicas, conscientes de que sus producciones en principio sólo se iban a emitir en su comunidad, como así ha sucedido en la mayoría de los casos, con honrosas excepciones como «Pulseras rojas», la famosa serie que produjo TV3 y cuyas dos primeras temporadas ha emitido Antena 3 con unos grandes índices de audiencia. Concebida para la sobremesa, tanto las cadenas autonómicas como la productora optaron por plantear una serie de formato clásico, que se desarrollaría en la actualidad –por aquello de las necesidades del presupuesto, que marcaba una línea roja que no se podía atravesar, como el gasto en vestuario de época–, y cuyos personajes fuesen cercanos a los espectadores. Eso sí, se ha puesto el acento, como afirmaba ayer José Manuel Ruiz Rivero, «en no renunciar a los estándares de calidad que todos exigimos a nuestras televisiones».
«El faro» se desarrolla en un polígono industrial de una ciudad de tamaño medio, concretamente en el restaurante al que todos los trabajadores acuden. Como sucedía en «Gran Reserva», dos familias están en el epicentro de una lucha intestina por hacerse con el negocio. Los actuales propietarios, los Peña, porfían con los Muñoz, dueños de Los Samanes, unos empresarios que no dudan en sacar los colmillos para adquirirlo en las condiciones más ventajosas posibles. Lucía Peña y el heredero de los Samanes inician una relación sentimental que será la espita de una espiral de emociones tan intensas, tan productivas –y, ¿por qué no decirlo?–, recurrentes en la ficción como el amor, los celos, la fidelidad, la ambición y más de un secreto que tortura la conciencia de algunos de los protagonistas.
«El público puede empatizar porque son personajes con los que nos podíamos cruzar en la calle», asegura uno de los actores, Carlos Olalla, patriarca de los Muñoz. Los espectadores tendrán la última palabra.
Otras que han hecho historia
- «Arrayán» (Canal Sur). Tras trece años de emisión, finalizó a principios de este año. Tuvo unos picos del 30 por ciento de «share».
- «Platos sucios». (TV3). Protagonizada por Jordi Sánchez («La que se avecina»), su acogida fue del 35 por ciento de cuota de pantalla.
- «Platos combinados» (TVG), A lo largo de once temporadas reinó en el «prime time» con un 24 por ciento del «share».
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