Londres
«''Homeland'' es una serie cruel»
Acongojados, con el alma en vilo. Así se quedaron los espectadores al ver el final de la segunda temporada de «Homeland». Inmediatamente después lanzaron una pegunta: «¿Dónde está Brody?». La tercera temporada –que hoy arranca en Cuatro en «prime time» con la emisión de los dos primeros episodios sólo tres semanas después de estrenarse en Estados Unidos– intentará despejar esta incógnita–. Por ahora, su protagonista, Damian Lewis, que interpreta al atractivo ex marine trasmutado en terrorista, se niega a desvelar el paradero de su personaje por aquello de estirar el suspense o, simplemente por desconocimiento porque, tal y como afirma, «no sé cuál va a ser su futuro ya que es algo que los guionistas no comparten conmigo». Eso sí, durante la conversación que mantuvo con LA RAZÓN, el antagonista de Carrie Mathison (Claire Danes) en la serie se explayó sobre otros aspectos de una de las series más estimulantes del actual panorama televisivo.
–A pesar de la extrema competencia, («Breaking Bad», «The Walking Dead»...) ¿se puede decir que «Homeland» es la serie del momento?
-No lo sé, lo que sí le puedo asegurar es que es una serie muy poderosa y atractiva gracias a la hondura psicológica de los personajes. Ha sido maravilloso que Alex Gansa y Howard Gordon se uniese para escribir esta serie de suspense de alto voltaje. Su capacidad para sorprender radica en la virtud de poner en primer plano unos personajes muy complejos. Lo mejor de «Homeland» es cómo va respondiendo a las cuestiones que plantea. Cuando toma una dirección sorprende al espectador con un giro dramático. Estamos en la tercera temporada y obviamente queda mucho por hacer.
–Todos los espectadores quieren saber dónde está Brody...
– Tras la explosión de la bomba en el último episodio de la segunda temporada es lógico que no se sepamos nada de él porque está escondido. Ahora es el criminal más buscado del mundo. No sabemos si se encuentra en un yate de la Riviera francesa o ligando con bellezas rusas en Moscú. Lo único que le puedo decir es que la próxima vez que veamos a Brody será muy interesante.
–Su personaje ha estado a punto de morir en varias ocasiones, ¿teme desaparecer de la serie?
–Desde la primera temporada los guionistas han intentado matarme. No sé cuándo lo conseguirán (se ríe). Yo vivo capítulo a capítulo dando lo mejor de mí. Soy muy consciente de que cualquier día puede ser el último.
–¿Puede vivir con tanta incertidumbre?
–Sí, la tensión forma parte del universo de «Homeland». Creo que son las cadenas Fox y Showtime las que están retrasando mi ejecución, pero no sé cuanto más la pueden postergar. El día de mi muerte en la serie no va a ser una sorpresa para nadie. Yo ya me he hecho a la idea. «Homeland» es una serie muy cruel, tanto con los personajes como con el público. Ya hemos visto desaparecer a varios personajes. Estoy seguro de que los guionistas seguirán esta tendencia. Hoy en día la audiencia necesita cambios. Ya han visto demasiadas series y, cuando una ficción es inteligente, como lo es ésta, debe cumplir con las expectativas.
–Imagino que crear un personaje tan complejo como Brody no debe ser fácil...
–Me preparé viendo muchos documentales de guerra. También leí libros sobre la experiencia post traumática que viven los prisioneros tras ser liberados. Fui a una mezquita de Londres donde me invitaron a rezar, estudié el islam...
–Uno de los principales atractivos de la serie es cómo afronta los conflictos entre distintas religiones que se terminan convirtiendo en el germen de determinados conflictos políticos y bélicos. ¿Es usted creyente?
–Soy anglicano, pero no practicante. Eso sí, me considero un hombre muy espiritual. He tenido la desgracia de enfrentarme a la pérdida de mi madre. Es muy doloroso. Sin embargo, siento que su energía me acompaña. Esa forma de pensar tiene sus orígenes en el hinduismo... Puede ser, lo único de lo que estoy seguro es que encuentro mucho consuelo en esa sensación de que mi madre sigue estando conmigo.
–Este año ha cambiado mucho su imagen. ¿A qué se ha debido?
–Estoy tratando de parecer más joven. La verdad es que no sé por qué cambié mi imagen. Lo cierto es que no tiene ninguna explicación. Supongo que fue un impulso que seguí.
–Hablemos de Carrie. Su enfermedad en la serie aparece de una forma muy ambigua. También hay que reconocer que es parte de su encanto.
–Creo que los trastornos mentales son más comunes de lo que la gente puede pensar. Hay muchas personas que los padecen y se sienten acomplejadas por ello. Por eso hay que mostrarlos con mucha sensibilidad. Es uno de los aspectos más cuidados de la serie y me gusta que sea así.
¿Desencuentro con Claire Danes?
Es imposible entender «Homeland» sin la complicidad que se establece entre Carrie y Brody, o lo que es lo mismo, entre Claire Danes y Damian Lewis. El pasado mes de julio, los medios de comunicación especularon con la posibilidad de que ambos actores se llevaran de uñas dentro y fuera del plató. ¿La causa? Sus distintos ritmos de trabajo. Mientras Danes porfiaba por rodar a destajo para volver a su casa con su hijo recién nacido lo antes posible, Lewis se demoraba en el set haciendo bromas a los compañeros. Este comportamiento sacaba a la actriz de quicio. Tanto es así, que los medios estadounidenses aseguraron que los productores llegaron a plantearse algunas escenas y situaciones con el fin de que no compartiesen planos y evitar así que el ambiente se caldease innecesariamente. Quizá ésa sea la razón por la que Brody no aparece en los primeros capítulos de la tercera temporada.
✕
Accede a tu cuenta para comentar