Libia
«Seguiremos siendo la voz de los que no tienen voz»
Borja Abelleira. El periodista sirio Majib al-Bunni, habló con LA RAZÓN sobre su experiencia como profesional de la información en el exilio
Ayer, en el Centro Internacional de Prensa, tuvo lugar la Presentación del Informe Anual de la Libertad de Prensa en el mundo. Allí, bajo la tutela de la periodista Pepa Blanco y Malén Aznárez, Presidenta de Reporteros Sin Fronteras-España, se dieron cita los periodistas exiliados Ehsan Mehrabi, de origen iraní y Majid al-Bunni, periodista radiofónico sirio.
Majid Al-Bunni, de 26 años, es sirio y originario de Homs, ciudad devastada e irreconocible a día de hoy tras más de cuatro años de conflicto. Tras una manifestación contraria al régimen de Assad, fue detenido por su activismo e ideas políticas. Retenido y torturado, decidió abandonar su país. Al-Bunni vive ahora en Berlín, donde dirigía un programa de radio en Baladna FM. Desde su nuevo hogar, intenta informar sobre la situación diaria en su país, aunque la comunicación dentro de las fronteras sirias no resulta sencilla, aun con la ayuda de ONGs de medios de comunicación como MICT (Media in Cooperation and Transition). Y es que buena parte de los habitantes del país árabe no tiene electricidad, ni mucho menos internet, por lo que el acceso a la información independiente es muy limitado. Además, como el mismo Majib lamenta, “la gente quiere libertad de expresión, pero lo primero es salvar su vida”. En la actualidad, y tras cancelarse su programa, Majib sigue trabajando con la MICT y está en contacto con periodistas y activistas sirios.
- ¿Qué tipo de programa y qué contenidos emitían desde Berlín?
- Realizamos programas comunitarios, hablando de temas relacionados con la salud de aquellos que está en situaciones de conflicto. Establecemos informes sobre la situación diaria en temas políticos, economía, temas sociales... Y también nos centramos especialmente en la situación de grupos vulnerables como las mujeres y los niños.
- ¿Cómo llega su información a Siria, a la zona de conflicto? ¿De qué forma colaboran con el MICT?
- Nosotros empezamos como radio en internet. Y nos hemos convertido en una radio FM con la colaboración de este organismo, el MICT (Media in Cooperation and Transition). El proyecto consiste en situar a radios como la nuestra en el formato FM para que la gente en Siria, en este caso, pueda escucharlas. Nos ayuda a transmitir nuestros programas dentro de Siria y nos apoya con infraestructura, formación de personal, etc.
- ¿En qué situación se ve obligado a salir de Siria? Y, ¿qué solución ve a casos como el suyo? ¿Qué tendría que ocurrir para gente como usted pudiese volver a su país para ejercer su profesión?
- En primer lugar tuve que huir porque me veía obligado a hacer el servicio militar. Además, fui arrestado, encarcelado y torturado en un centro de detención durante casi 48 horas por las opiniones contrarias al régimen que expresaba, y ante el riesgo de volver a ser encarcelado, decidí a escapar. Desde luego que me encantaría volver a Siria, pero únicamente cuando yo vea que pueda hacer allí más de lo que hago ahora desde aquí. Y bueno, porque ahora mismo, lo que sucedería es que si volviese seguramente es que me detendrían o matarían.
- ¿Cree que la prensa internacional no concede la suficiente importancia a este conflicto, o que podría hacer algo más al respecto?
- Sí, totalmente. Por ejemplo, el gobierno japonés ha prohibido el viaje a Siria de dos corresponsales para cubrir la información del conflicto. Y me parece triste. Por una parte, que el gobierno de un país prohíba a sus periodistas hacer su trabajo, y además, que los periodistas tengan que necesitar el permiso de su país para hacerlo. Obviamente, yo creo que sería positivo tener más atención de los medios y que se sepa la situación que se vive en una región tan estratégica.
- ¿Qué importancia tienen las grandes potencias mundiales en una posible resolución del conflicto?
- Yo no creo que los grandes países no tengan en sus manos la información que le permita tomar soluciones adecuadas. Lo que sí falta es voluntad, voluntad política para implementar esas soluciones.
- ¿Ve una solución al conflicto a corto plazo? ¿Y qué pediría usted de cara al futuro?
- A decir verdad no, no veo una solución ahora mismo. Quizá en unos pocos años, la acción de los implicados en el conflicto sobre el terreno, unidos a la acción de los grandes países y organizaciones como las Naciones Unidas... Si realmente ellos tuviesen la voluntad de terminar con el conflicto sirio, en dos o tres años quizá pudiéramos llegar a ver un clima de paz y tranquilidad, abriendo la puerta a un nuevo proceso de paz a largo plazo en Siria. Mi deseo es que se consiga formar una red de colaboración entre periodistas internacionales y activistas y periodistas locales, y así poder seguir siendo la voz de los que no tienen voz”.
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