«Toro»: examen sobre el futuro de la tauromaquia

La 2 estrena mañana este documental dentro del espacio «Tendido Cero».

Pocos debates se nutren tanto de frases manidas como la disquisición sobre la existencia, o no, de la tauromaquia en el siglo XXI. Están los que defienden este arte en movimiento entre un ser humano y un animal, como los que se colocan en contra hablando de barbarie. Para despejar las incógnitas sobre la esencia de la Fiesta Nacional, La 2 –dentro del espacio «Tendido Cero»–, emitirá mañana, a las 14:00 horas, el documental «Toro», coproducido y dirigido por Alberto Esteban.

En la cinta tienen cabida los taurinos y los antitaurinos, ya que, cómo afirma Esteban, «queríamos dar voz a todos, aunque yo no soy neutral. Me gusta el toreo pero respeto a los que no comparten mi postura». Así, se podrán ver los testimonios favorables de los diestros El Juli, Luis Francisco Esplá y Sebastián Castella, entre otros, los ganaderos Victorino Martín y Juan Pedro Domecq, el dramaturgo Albert Boadella y los filósofos Fernando Savater y François Zumbiehl. En las antípodas están las reflexiones del abogado Daniel Dorado, el Presidente del Centro Legal para la Defensa de los animales, o Juan Antonio López Uralde, representante del partido verde Euquo.

Ruido de fondo

El propósito de «Toro», coproducido por Albero, es aportar información al ruido de fondo que, sobre todo, encuentra su mejor altavoz en las redes sociales. «Además de las argumentaciones fáciles, es habitual ver imágenes de morlacos ensangrentados en el ruedo o todas las salvajadas que se escribieron cuando murió Víctor Barrio. Creo que vivimos en una sociedad ‘‘buenista’’, en un mundo de Walt Disney muy hipócrita, porque muchos de los que se oponen a los toros comen carne. En ese sentido, entiendo mejor a un vegano», explica Esteban. Y es que nadie parece contar con el ejemplo de Portugal, en la que no se mata a los morlacos en la plaza, «viven un sufrimiento tremendo aunque no lo vean las personas, porque en los corrales pueden tardar en morir horas, por lo que la agonía es mucho peor».

Luego están los prejuicios políticos, como señala Esteban, que subraya que, en España, «se identifica al taurino con la derecha y al antitaurino con la izquierda, cuando tenemos, por ejemplo Joaquín Sabina, un gran aficionado a pesar de su ideología». Tampoco hay que olvidar la utilización partidista que los nacionalistas han hecho de la Fiesta, «que la utilizan como arma arrojadiza contra España y obvian que Cataluña, y especialmente el País Vasco, son unos grandes bastiones de la cultura taurina». También entiende que el sector tiene que modernizarse, sobre todo en aspectos estéticos, a la sociedad actual y no identificarlo como parte del «tipismo más rancio, de café, copa y puro, cuando no siempre es así», precisa. Por eso, lejos de acompañar el documental con una banda sonora en la que esté presente el flamenco, Esteban decidió otro género: el jazz.

«Toro» ofrece algunas pistas sobre el ADN de la tauromaquia, que no es otro que «el rito y la magia, la conjunción de Eros y Tánatos (el amor, la vida y la muerte) y de qué forma el hombre es capaz de hacer arte, crear una coreografía con otro ser vivo». Sobre el futuro de la Fiesta Nacional, Esteban alerta de que puede desaparecer en el siglo XXI tal y como la conocemos. Para ello, se apoya en las reflexiones de Luis Francisco Esplá, «un Da Vinci de la tauromaquia, que, con contundencia, afirma que si se suprime de las corridas de toros la muerte del animal, se acaba con el rito».