Tribunal Supremo
Condenado 22 años el hombre que asesinó a su ex mujer en Torredelcampo
El Tribunal Supremo ha condenado a 22 años y seis meses de cárcel por el delito de asesinato con alevosía y ensañamiento a Fermín J.M., el hombre que en 2011 asesinó en Torredelcampo (Jaén) a su exmujer Purificación Armenteros, cuya madre, Juana Vacas, heredó las deudas del criminal.El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) rebajó de 22 años y medio a 20 años de cárcel la pena impuesta por la Audiencia Provincial de Jaén, al descartar la circunstancia agravante de alevosía, criterio que ahora ha corregido el alto tribunal.
El Supremo estima el recurso que presentó contra la sentencia del Tribunal Superior de Andalucía la madre de la víctima, Juana Vacas, y estima, siguiendo también el criterio del fiscal, que en el crimen existió una “abrumadora superioridad” del criminal sobre la fallecida, de modo que cabe aplicar la circunstancia agravante de alevosía. La sentencia da como hechos probados que, aunque estaban divorciados, la pareja mantenía un cierto vínculo.
El 22 de marzo de 2011, y después de mantener una relación sexual con su exmujer, que sufría una discapacidad psíquica del 46%, él la atacó de forma sorpresiva, sin que ella tuviera oportunidad de defenderse. Literalmente, el relato especifica que Fermín J.M. la golpeó “repetidamente y con brutal violencia, de manera sorpresiva e inesperada” y sin que ella “tuviera oportunidad de defenderse”, para lo cual se valió, después de golpearla a puñetazos y con una banqueta, de “un cuchillo jamonero” y “un martillo”, entre otros materiales.
Hubo alevosía y también ensañamiento, además de parentesco, sentencia ahora el Supremo, por lo que confirma la condena inicial a 22 años y seis meses de prisión. Además, le prohíbe entrar en Torredelcampo por un tiempo “superior en diez años al de la duración de la pena privativa de libertad impuesta”, y acercarse a una distancia inferior a 300 metros y comunicarse “por cualquier medio” con la madre, la hermana y la hija de la fallecida por el mismo periodo de tiempo.
La madre de la víctima, Juana Vacas, de 74 años, heredó las deudas del asesino sin saberlo: la mujer aceptó el legado de su hija sin darse cuenta de que, al estar en bienes gananciales con su exmarido (no había dado tiempo tras el divorcio a solucionar ese trámite) se hacía cargo de las deudas del asesino. Sin embargo, en septiembre de 2013 la familia de Juana Vacas y los notarios que intervinieron en la aceptación de la herencia llegaron a un acuerdo que hizo definitivo el fallo del Juzgado de Primera Instancia de Jaén que anulaba la escritura de adjudicación del legado.
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