Abusos a menores

Pena de 8 años a un ex monitor de Maristas por difundir porno infantil

El mismo acusado tiene pendiente otro juicio por presuntos abusos sexuales a cuatro niñas

Un centenar de alumnos, exalumnos, padres y padres de exalumnos realizaron una cadena humana ante el colegio Maristes Sants-Les Corts en solidaridad con las víctimas y el profesorado
Un centenar de alumnos, exalumnos, padres y padres de exalumnos realizaron una cadena humana ante el colegio Maristes Sants-Les Corts en solidaridad con las víctimas y el profesoradolarazon

El mismo acusado tiene pendiente otro juicio por presuntos abusos sexuales a cuatro niñas.

Tras unos meses, el polémico caso los supuestos abusos sexuales en la escuela Maristas de Sants de Barcelona sigue dando que hablar. La Audiencia de Barcelona anunció ayer la condena de ocho años de cárcel a un ex monitor, por difundir pornografía infantil. Terenci G.P. está a la espera de otro juicio, por presuntas agresiones sexuales a cuatro alumnas del centro.

La sentencia considera probado que el acusado participó entre 2014 y 2016 en una red de intercambio de fotos y vídeos de menores, casi todas niñas de entre doce y quince años, en actitudes sexuales con mayores de edad. El fallo de la Audiencia también le prohíbe ejercer cualquier tipo de profesión u oficio, retribuido o no, que conlleve contacto directo con niños durante los cinco años posteriores a su condena de prisión.

En el citado otro juicio pendiente, el acusado afronta una posible pena de casi 17 años de cárcel por presuntos abusos sexuales, entre noviembre y diciembre de 2015. El ex monitor del comedor del centro fue detenido a raíz de una denuncia presentada por la propia ecuela, y también por las quejas de las familias de las víctimas. Quedó en libertad provisional tras declarar ante el juez, aunque posteriormente se acordó su ingreso en prisión, porque en el registro de su domicilio se comprobó que tenía descargado abundante material de pornografía infantil.

Tras las denuncias por los supuestos abusos, a finales de 2015 los Mossos registraron el domicilio del acusado, y descubrieron 4.302 fotografías y 195 vídeos de carácter sexual, con menores, almacenados, en nueve «pendrives» y dos portátiles. Además, en su cuenta de «skype», había «chats» con adultos en los que hablaba del intercambio de archivos de contenido pornográfico con menores.