Las conductas suicidas se duplican en adolescentes de 11 a 15 años

En 2022 se produjeron 4.097 suicidios y la cifra cada año va en aumento. Unos datos que preocupan a los expertos ya que, además, el número de adolescentes que se quitan la vida, es cada vez mayor, sin contar con los intentos autolíticos. Por este motivo, ayer el ministerio de Justicia en colaboración con el de Sanidad celebró una jornada especial para abordar esta problemática bajo el título de «La importancia del dato en el análisis y prevención de la conducta suicida».El secretario General para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia, Manuel Olmedo, apuntó que «la atención a la conducta suicida tiene una limitación importante en el acceso ya que solo un 36% de las personas que realizaron un intento de suicidio habían recibido tratamiento el año previo; en la ideación suicida solo el 20% lo había recibido y, en los suicidios consumados, el 23 %».

Según recoge Ep, el representante del Ministerio de Justicia insistió que «el compromiso de todas las administraciones debe ser el de impulsar medidas que reduzcan esas barreras en el acceso a los servicios públicos disponibles para toda persona que en algún momento de su vida tenga esa ideación suicida». Y por ello, apuntó a la detección precoz de la ideación suicida, la valoración del riesgo de suicidio en pacientes en situación de vulnerabilidad, el seguimiento evolutivo, la atención integral y especializada y la vigilancia epidemiológica como los puntos fundamentales para reducir esta tendencia.

«A pesar de que el 90% de los suicidios consumados se producen en personas que padecen un trastorno mental previo, no se debe caer en el reduccionismo de pensar que todo suicidio procede de una patología psiquiátrica sin tener en cuenta la realidad de que esos trastornos van acompañados muchas veces de circunstancias desencadenantes, ambientales o adaptativas o incluso reacciones situacionales que no tienen por qué suceder», añadió Olmedo.

Otro de los datos más alarmantes fue el que ofreció el jefe del Servicio de Información Toxicológica del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, José Luis Conejo Menor, en relación a los intentos de suicidio o autolisis, que han crecido en los dos últimos años un 30 % y rozan los 7.000. En la población de 11 a 15 años, la cifra se ha duplicado hasta las 1.399. Es más, el 20 % de las intoxicaciones con fines autolíticos o suicidas se den entre los 11 y los 15 años que, y un 13 en la de 16 a 19. Es decir, un tercio son jóvenes por debajo de los 20, «con claro predominio de las chicas». «Algo está pasando con nuestra población adolescente», alertó Conejo.

De las 8.246 consultas de intoxicaciones voluntarias, en un 83 % de los casos la causa era el intento de suicidio o autolisis. El grupo más afectado dentro de esta categoría fue el de la franja de edad de 11 a 15 años, con un 19,7 % del total, seguido por el 13,3% de casos pertenecientes a la franja de 16 a 19 años. Por géneros, los intentos de suicidio se produjeron principalmente en mujeres, un 66 % del total.

En el 86 % de los casos se usaron medicamentos (ansiolíticos y antidepresivos), un 42 % combinando fármacos de distintos grupos terapéuticos. Cuando más se producen es en la franja horaria de 19 a 24 horas y, por en relación a la zona geográfica, fueron mayores en Andalucía (24,4 %), la Comunidad Valenciana (15,9 %), Madrid (12,6 %) y Cataluña (11,9 %).