Alerta

Cuatro alimentos que debes evitar en las cenas de Navidad con niños

Los pediatras también alertan de otros producto típicos de estas fiestas que pueden ser peligrosos

Cabalgata Reyes Magos en Madrid 2023
Los caramelos duros de las cabalgata son peligrosos para los más pequeñosDavid JarLa Razon

La Navidad es tiempo de fiesta y celebración, pero un pequeño descuido cuando hay mucha gente alrededor de una mesa puede acabar en tragedia. Esto es más fácil que suceda cuando hay niños pequeños que en muchos momentos pueden escapar del control de los adultos.

Ante las próximas celebraciones la Asociación Española de Pediatría ha pedido extremar las precauciones con algunos alimentos muy peligrosos para los menores por la posibilidad de atragantamiento. Y es que, esta es la la tercera causa de muerte no natural en niños menores de 5 años, por encima incluso de los accidentes de tráfico.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) 2020 hubo en España 12 niños que fallecieron por ahogamiento, asfixia o sofocación, representando cerca el 17% de los fallecimientos no naturales en este grupo de edad. Tras un atragantamiento con asfixia, se cuenta solo con 4 minutos para evitar lesiones irreversibles en el cerebro y con 8 para impedir la muerte cerebral o completa del menor.

Los pediatras califican de "alarmantes" estas cifras y aseguran que la mayoría de estos sucesos se podrían prevenir si los ciudadanos estuvieran preparados para reconocer estas situaciones de riesgo y saber actuar en consecuencia.

Para evitar en lo posible estos trágicos sucesos, los médicos proponen no llevar a las mesas varios alimentos típicos de estas fechas por considerarse peligrosos para las niños menores de 5 años.

Así, las frutos secos, en especial las pipas, los cacahuetes y los anacardos, no deben ofrecerse a los niños pequeños ni situarlos en lugares a los que ellos puedan llegar con facilidad, según recomienda el doctor Carlos de la Torre, cirujano pediátrico del Hospital Universitario La Paz. Estos alimentos "deberían llevar la misma advertencia que los medicamentos: tienen que mantenerse fuera del alcance de los niños", ha explicado.

Las uvas típicas durante la Nochevieja también se deben mantener alejadas de los menores. En 2019 y en 2022 fallecieron dos niños por este motivo en nuestros país.

En este sentido, la piel de la uva facilita que ésta resbale por la faringe, llegando hasta la entrada de la tráquea, donde puede quedarse adherida. A veces, por imitación, los niños cogen uvas enteras y las toman sin que nadie se percate, hasta que empiezan a toser. La estadística demuestra que la mitad de este tipo de accidentes suceden en presencia de los adultos, por lo que conviene, como explica el especialista, además de vigilar, quitar la piel y las pepitas de las uvas, y cortarlas en mitades o cuartos, según la edad del niño. “Para hacernos una idea, el diámetro de una tráquea infantil es similar al de su meñique, por lo que deberemos siempre darle trozos más pequeños”, recomienda. Otras opciones seguras para de la Torre son: los gusanitos de sémola de maíz o las pasas. “Evitaremos siempre las peladillas o los típicos chocolatitos de colores en forma de botón”, añade.

Los caramelos duros típicos de la Cabalgata de Reyes también suponen un peligro para los más pequeños de la casa por el mismo motivo. En muchas de estas celebraciones ya se han sustituido este tipo de caramelos por otros blandos o gominolas.

Las alubias también pueden provocar atragantamiento, ya que se hinchan con la humedad de la saliva o de la tráquea.

La AEP sugiere también tener especial cuidado con otros productos típicos de estas fiestas como los globos, las pulseras de cuentas, las piezas de juguetes muy pequeños, las decoraciones que tienen piezas diminutas, las pilas de botón (que además provocan quemaduras graves en el esófago), o las bolas de los bingos navideños con los que jugamos en casa con la familia.

Cómo actuar ante un atragantamiento

La AEP ha una guía práctica de los pasos a seguir ante un atragantamiento que está evitando el paso del aire a los pulmones:

1- Llamar a emergencias (112)

2- Mantener la calma, no tocarle ni zarandearle y animarle a toser

3- Si la tos no es efectiva para expulsar el elemento succionado y, al abrirle la boca, vemos viable extraerlo con las manos, lo hacemos. Si no vemos claro que podemos sacarlo sin empujarlo hacia adentro, o el niño es menor de un año, mejor no intentarlo.

4- Echar al niño hacia adelante y darle 5 golpes secos en la espalda (entre los omoplatos).

5- Si nada de esto funciona, intentaremos practicarle las Maniobras de Heimlich, siempre que el niño sea mayor de 1 año:

6- Abrazar al niño por detrás, desde su altura (o le subimos a una silla o nos ponemos de rodillas)

7- Cerrar la mano formando un puño y colocarlo, con el pulgar hacia el estómago del niño, entre su ombligo y la punta inferior del esternón

8- Agarrar el puño con la otra mano y comprimir rápidamente hacia adentro y hacia arriba, para lograr que el objeto salga expulsado

9- Repetir tantas veces como sea necesario