Violencia de género

Cuatro años de cárcel por golpear y patear a su expareja

La mujer se negó a volver con él, lo que provocó la paliza.

El Juzgado de lo Penal número 3 de Huelva ha condenado a un hombre a cuatro años de cárcel por golpear, patear y empujar a su expareja después de que ella se negara a acceder a su petición de retomar la relación sentimental que habían tenido en el pasado.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, considera al hombre responsable de un delito de lesiones y le impone la prohibición de aproximarse a la mujer a menos de 200 metros o comunicarse con ella por un período de cuatro años. Asimismo, deberá de indemnizar a la perjudicada en concepto de responsabilidad civil con 3.500 euros.

El juez acuerda la sustitución de la pena de prisión por la expulsión del territorio nacional y con prohibición de regresar durante seis años. Se considera probado que el acusado mantuvo una relación de afectividad con la agredida, que ya había cesado cuando el día 6 de febrero de 2018 le dijo que iría a su domicilio, en Huelva, con la excusa de recoger una bicicleta de su hermano.

Una vez allí, el acusado trató de convencerla para que retomaran la relación, a lo que ella se negó y le pidió de manera reiterada que se marchara.

Como no lo hacía, la mujer llamó a una amiga para que acudiera porque el acusado comenzaba a ponerse violento, aunque continuó en el lugar, y con claro ánimo de menoscabar su integridad física, la empujó, la zarandeó, le tiró el teléfono al suelo, le dio patadas y la arrojó contra la pared, explica la sentencia.

Al tratar de defenderse, la perjudicada acudió hasta la cocina para coger un cuchillo y el acusado, al verlo, en vez de marcharse, comenzó un forcejeo con ella y terminó por causarle una herida en el quinto dedo de la mano derecha con sección del tendón flexor profundo.

La perjudicada sufrió lesiones consistentes en hematoma en cara posterior del brazo izquierdo y hematoma de tonalidad violácea rojiza en región glútea derecha así como la del dedo, de las que tardó en curarse 60 días, restándole secuela consistente en cicatriz en el quinto dedo de la mano derecha.