Reino Unido

Dos hospitales británicos utilizaron restos fetales para generar energía

Amanda Holden, actriz y presentadora del documental
Amanda Holden, actriz y presentadora del documentallarazon

El canal británico Channel 4 emitió ayer un documental que coloca en una situación muy comprometida a la sanidad británica. El reportaje denunciaba que durante los últimos dos años, 27 hospitales públicos habían quemado 15.500 restos fetales de menos de 24 semanas junto a los desechos clínicos, en lugar de incinerarlos, tal y como era el deseo de los padres. Diez centros han admitido la quema de más de 1.000 fetos, mientras que otros dos los incineraron en hornos de "conversión de residuos en energía"para calentar las habitaciones del centro.

La actriz y presentadora Amanda Holden, sufrió un aborto y decidió investigar lo que estaba ocurriendo. Tras conocer la realidad, que ha quedado plasmada en el documental, indicó que "es vergonzoso pensar que los bebés fueron arrojados al fuego con otros desechos como vendas y jeringas. Espero que a los padres les quede el consuelo de saber que esto no pasará más", informa "Mirror".

El reportaje se centra en uno de los principales hospitales del país, el Addenbrooke en Cambridge, donde en dos años ha sido incinerados 797 restos fetales de menos de 13 semanas en su propio "generador de energía". Mientras tanto, las explicaciones que se les daba a las madres eran que los restos eran "incinerados", sin mencionar la forma.

Lo mismo ocurría en en el hospital de Ipswich, cuya gestión está externalizada, donde se incineraron 1.101 restos fetales entre 2011 y 2013, que habían llegado al hospital procedentes de otros centros públicos.

Cathryn Hurley, de 35 años, destapó el escándalo ya que a las ocho semanas de gestación tuvo un aborto involuntario. Cuando preguntó que pasaría con su bebé, le dijeron que "iba a ser incinerado con el resto de los residuos del día". "Fue muy difícil asimilar lo que me habían dicho. Para mí no era un residuo, era mi bebé", indicó.

Según explica el documental, uno de cada siete embarazos termina en aborto involuntario, y las cifras del sistema británico de salud muestran que hay alrededor de 4.000 partos de niños muertos cada año en Reino Unido, o 11 cada día. La incineración de los fetos fue prohibida en Escocia en 2012, pero la legislación só lo permite si los restos son de menos de 24 semanas.