Educación

Méndez de Vigo, dispuesto a negociar las reválidas

Las pruebas previstas en Primaria se aplicarán este curso, pero abre un debate «sin prejuicios» para las de la ESO y Bachillerato

El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, preside la Conferencia Sectorial del ramo, a la que asisten los consejeros autonómicos
El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, preside la Conferencia Sectorial del ramo, a la que asisten los consejeros autonómicoslarazon

Las pruebas previstas en Primaria se aplicarán este curso, pero abre un debate «sin prejuicios» para las de la ESO y Bachillerato

Llegó al Ministerio para «pacificar» la educación y, tras la la primera reunión que mantuvo ayer durante más de cuatro horas con las autonomías, parece que empieza a cumplir el guión. Las comunidades autónomas salieron menos «encendidas» en su discurso de lo habitual en sectoriales educativas de este tipo cuando la reforma educativa ha estado encima de la mesa. Y eso que unas horas antes, por la mañana, doce comunidades «anti-Lomce» habían convocado a los medios para mostrar su rechazo a la reforma que elaboró José Ignacio Wert y solicitar un frenazo en el calendario de aplicación de una ley que tacharon de «innecesaria, inconveniente e inoportuna».

A la mayoría les parecía escaso el dinero que recibirán del Programa para Financiación de Libros de Texto y Material Didáctico, que contará con 24 millones de euros para el curso escolar que comenzará en septiembre próximo, pero el gesto que más apaciguó las críticas autonómicas fue la decisión del ministro de Educación sobre las evaluaciones externas, uno de los puntos de conflicto con las comunidades no afines al PP.

Acordó separar en dos decretos diferentes la regulación de las evaluaciones (que no «reválidas», como se encargó de matizar el ministro) de Primaria y de Secundaria. Así, las que se harán en 3º y 6º de Primaria se aplicarán a partir de este nuevo curso escolar que empezará en septiembre y el ministro se ha comprometido a elaborar el decreto correspondiente en breve. Pero «hay tiempo» para regular las evaluaciones que estaba previsto hacer al final de la ESO y Bachillerato. «No hay por qué hacerlo ahora» teniendo en cuenta que su aplicación está prevista en el curso escolar 2017-18. Así que el ministro ha decidido abrir un diálogo «sin prejuicios y con la mente abierta» sobre cómo deben ser estas pruebas que son la espina dorsal de la reforma educativa que puso en marcha su antecesor en el cargo. Estas evaluaciones pretenden comprobar el grado de adquisición de habilidades y competencias del alumno al final de cada etapa educativa.Sin ellas no es posible obtener el título de la ESO ni el de Bachiller. «La Lomce tiene que cumplirse», enfatizó el ministro, pero con el aplazamiento, Méndez de Vigo evita nuevos conflictos teniendo en cuenta que estamos a meses de unas elecciones generales y los partidos de la oposición ya han anunciado que retirarán la reforma educativa vigente si llegan al poder.

¿Por qué las comunidades autónomas que no son afines al PP plantean tantas dudas sobre un sistema que se aplica en otros países de Europa?

«En realidad se trata más bien de un problema filosófico. Uno de los argumentos que se esgrimen es que pudiera ser que un alumno al finalizar 4º de la ESO suspendiera, lo que le podría invitar al abandono escolar, cuando lo que estamos intentando es todo lo contrario, que ningún estudiante se desenganche. Por otra parte, las comunidades “periféricas” no quieren una prueba nacional porque sería una radiografía de la calidad educativa de cada comunidad y hay temor a mostrar las vergüenzas de cada uno», resumió el nuevo consejero de Educación de Castilla y León, Fernando Rey.

La consejera catalana, Irene Rigau, apuntaba ayer que, si se llega a hacer la evaluación de la ESO, espera que corran a cargo de las autonomías, como ocurre con las evaluaciones previstas para Primaria.

Plan de convivencia escolar

El ministro está dispuesto a poner en marcha un Plan de Convivencia Escolar entre toda la comunidad educativa que permita elaborar protocolos y buenas prácticas para luchar contra el acoso escolar y la violencia en las aulas. Educación creará un sello de convivencia escolar que premie a aquellos planes de convivencia de centros que destaquen por la calidad. Además, pondrá en marcha una web con recursos formativos y materiales de apoyo para profesores y centros e impulsará medidas de vida saludable en los centros escolares.