Sucesos
El acusado del crimen de Susqueda: «Fue mi hijo»
Asegura a su compañero de celda que «se comió» el marrón porque mató a su madre
Jordi Magentí, encarcelado como supuesto autor de dos delitos de asesinato por la muerte de los dos jóvenes fallecidos en el pantano de Susqueda, le contó a su compañero de celda en la cárcel de Puig de les Basses, en Figueres, que el asesino es su hijo.
Los Mossos todavía tratan de determinar cuál fue la participación del hijo de Jordi Magentí en el asesinato del pantano de Susqueda el pasado mes de agosto. Tienen claro que el padre disparó una vez a Paula en la cabeza y tres a Marc por la espalda y que después hundió los cuerpos, el coche y el kayak bajo el agua para eliminar pruebas. Sobre el hijo, que según el juez pudo «proporcionarle el arma asesina», todavía hay muchas dudas. Más después de escuchar esta conversación que se incluye en el sumario al que ha tenido acceso LA RAZÓN:
«Hijo: Papá, que te quería decir, aquello que hemos hablado hoy.
P: Sí.
H: Yo creo que tienes razón, eh, en el sentido de que sospechan algo de nosotros. He encontrado un artículo que han colgado en el Diario Avui, y sale que la Policía ahora quiere ir con un georadar para encontrar algún arma del crimen o una bala o alguna prueba.
P: Pueden hacer lo que quieran. Yo no sé nada. ¿A mí qué me explicas?
H: Sí pero aquí ponen en el diario, al final del todo, que la Policía mantiene en el punto de mira a los belgas y un coche blanco visto en el lugar del crimen. Y después pone que no es la única línea de trabajo policial. Hay un vehículo. Que el día del crimen realiza unos viajes sospechosos. Los Mossos están tras su pista.
P: ¡Ah!
H: Yo creo que miran las cámaras. Y le habrán dado vueltas a eso. Creo que vienen de amigos, pero a última hora nos sacarán un as en la manga. Como dices tú, te vienen de buen rollo pero a última hora nos darán por culo.
P: Escúchame. Lo que no tendrías que hacer es llamarme por estas cosas».
Lo que tanto los investigadores, como el juez tienen claro es que quién apretó el gatillo fue Jordi Magentí, aunque por librarse de la cárcel él fue capaz acusar a su propio hijo del doble asesinato. Así se lo contó su primera noche en prisión al compañero de celda. Este último relató a los agentes: «Me asignaron ayer como compañero de celda a Jordi Magentí. Le hice la cama y empezó a llorar como un loco. Me quiso explicar por qué lo habían detenido y repetía una y otra vez que él no había hecho nada. Le dije: ¡Mejor no me cuentes nada y date una ducha! Le di el mismo mi consejo y siguió contándome que el día de los asesinatos el subió a pescar y escuchó varios disparos, pero que pensó que eran debidos a que alguien estaba cazando jabalíes. Yo le dije: ¡Hombre, la temporada de jabalíes no empieza hasta octubre noviembre! No me mientas, además en verano no se puede cazar por el riesgo de incendio, pero él seguía con el mismo rollo, fumando y llorando todo el rato. Me puse a ver una película y Jordi no dejaba de interrumpirme. Entonces le amenacé: ¡Mira macho, o me dices la verdad o te callas! Si quieres desahogarte, perfecto, pero si me vas a engañar atente a las consecuencias. Entonces me confesó lo siguiente: “Subí al pantano con mi hijo para regar la plantación de marihuana que él tenía en la zona. Yo me encargaba de ir a buscar agua y dejaba a mi hijo cuidando de las plantas. En uno de esos viajes escuché las detonaciones y los gritos. Llegué y me encontré que había matado a la pareja. El me explicó que había disparado a Paula en la cabeza y a Marc por la espalda. Decidimos tirarlos al agua en la zona más profunda, un sitio que yo conocía. Les pusimos piedras para que no salieran a la superficie. Del coche nos deshicimos tirándolo al pantano. Luego cuando mi hijo fue detenido me pidió a gritos que le perdonara por los crímenes y por lo que había hecho, pero que después del sufrimiento que había padecido en el pasado porque yo asesiné a su madre, me tenía que comer el marrón de los crímenes porque él tenía mucha vida por delante y se lo debía. Luego cuando estábamos detenidos hablamos de celda a celda e insistió en que a él le habían detenido por la marihuana y que el resto era cosa mía». El juez instructor está pendiente de recibir las pruebas de ADN de unas botas y un chubasquero en casa del sospechoso. Buscan restos de Marc y Paula. Un resultado positivo reforzaría, si cabe, su culpabilidad.
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