México
Carta abierta de las Mercedarias sobre el caso de las monjas «retenidas»
Las monjas Mercedarias Descalzas de Santiago de Compostela han querido salir al paso de las acusaciones y han remitido una carta a los medios de comunicación.
Las monjas Mercedarias Descalzas de Santiago de Compostela han querido salir al paso de las acusaciones y han remitido una carta a los medios de comunicación en la que explican que la permanencia en el convento es voluntaria y que ha habido casos de monjas que han querido abandonar la vida monacal. Así, la misiva indica que actualmente hay "siete hermanas de tres nacionalidades: España, India y México, o sea, que es una pequeña comunidad universal, llena de alegría y variedad cultural".
"Somos una Comunidad de monjas Mercedarias Descalzas, una Comunidad de mujeres consagradas a Dios en el seno de la Iglesia Católica, dedicadas fundamentalmente a la oración, a la escucha y meditación de la Palabra de Dios, a la adoración y glorificación de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo", indican.
Las religiosas recuerdan que el pasado 23 de enero "hemos sido informadas a través de un requerimiento judicial de que cinco hermanas de nuestra comunidad debían prestar declaración en los Juzgados de Santiago por una denuncia de detención ilegal, sin que, en ningún momento, previamente, nuestra Orden hubiera recibido información o denuncia alguna acerca de presuntos comportamientos delictivos en sus 300 años de existencia, ni por parte de organismo judicial ni de persona particular. Lógicamente, ello ha producido gran perplejidad, dolor y consternación en el seno de nuestra comunidad".
Para aclarar en qué consiste su actividad dentro del convento, afirma que "la vida de una mercedaria descalza se describe con dos trazos muy sencillos: oración y fraternidad. Las hermanas compartimos la misma llamada de Dios que en cada una se manifiesta de modo particular. Todo, aquí, gira en torno a la búsqueda de Dios, a quien hemos dado primacía en nuestra vida. Este camino sólo se recorre en la medida en que recorremos ese otro por el cual vamos aprendiendo a ser hermanas, a compartir cuanto somos y tenemos. Y todo esto en el marco de una vida sencilla; trabajamos para vivir y dedicamos tiempo a la lectura y el estudio".
Vocaciones extranjeras
Así, añaden, "hace más de 15 años quisimos facilitar el desarrollo de la vida contemplativa a distintas jóvenes vocaciones extranjeras, algunas jóvenes de Kerala (India) y de México, algunas de las cuáles ahora son monjas de votos solemnes y otras fueron descubriendo con el paso del tiempo que el Señor las llamaba a otro tipo de vocación en la Iglesia y en el mundo". "Damos gracias a Dios, por cada una de estas Hermanas tanto las que han perseverado como las que libre y voluntariamente decidieron dejar la vida religiosa; todas han sido un don de Dios, por su espíritu ferviente y misionero. La formación de estas jóvenes fue una tarea entrañable y con la ayuda de Dios la Comunidad salió adelante. Hoy están muy integradas, llevan el peso de esta comunidad. Incluso una de las que recientemente ha decidido, después de un período de discernimiento, abandonar la vida monástica, fue Vicaria (segundo oficio en importancia en la comunidad por su responsabilidad) durante seis años, incluso Superiora de la Comunidad en funciones durante un tiempo. Y posteriormente estuvo encargada del torno conventual, donde se atienden las comunicaciones con el exterior y se entra en relación con todas las personas que acuden al Monasterio. Todos los cargos y tareas intracomunitarios son elegidos democráticamente para un período de tres años, al término de los cuáles se procede a otra elección de las distintas responsabilidades", matizan.
Por ello, reconocen que "es verdad que puede haber muchas personas que no comprendan el sentido de este género de vida y sus tradiciones y costumbres. Pero esto sería mirar muy superficialmente nuestra vida. No obstante, pedimos, tanto a las instituciones como a las personas y medios de comunicación, respeto hacia esta forma de vida consagrada en la Iglesia y verdad ante unas informaciones que no han reflejado correctamente los hechos acaecidos".
Además, "queremos manifestar nuestra gratitud a todas las personas que de un modo u otro nos han hecho llegar su apoyo y nos han mostrado su cercanía. Podemos asegurar que nos sentimos reconfortadas sabiendo que muchas personas rezan por todas nosotras".
Finalmente, concluye la nota, "más allá del dolor y la consternación que esta situación nos produce, seguimos confiando en el Dios de la Misericordia, que acoge y perdona; y queremos seguir expresando nuestro deseo de servirle a Él y a los hermanos desde nuestro carisma mercedario en esta ciudad del Apóstol, y hacemos llegar a todos un agradecido y fraternal abrazo desde el corazón de María, nuestra Madre, de vuestras hermanas Mercedarias Descalzas".
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