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El español, más alto y más ancho

Los hombres han crecido 10 cm en los últimos 150 años. Su altura se asemeja cada vez más a la del resto de europeos aunque, de media, son dos kilos más gordos

El español, más alto y más ancho
El español, más alto y más ancholarazon

El español medio mide 173,1 centímetros y el 46,7 por ciento de la población masculina tiene un peso normal.

Si los hombres españoles crecieron 12 centímetros en un siglo, de 1871 a 1971, el ritmo no ha variado desde entonces, ya que, como refleja el último estudio que publicó ayer el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), el cual, como ya hizo en 2008 con las mujeres, ha analizado cómo son los morfotipos de los españoles actuales ,y aunque la iniciativa está orientada al sector textil, lo cierto es que tras medir a 1.600 hombres se pueden extraer conclusiones sobre el cuerpo del hombre y cómo cada vez se asemeja más al del resto de europeos, en lo que se refiere a la altura. Si en 1978 la media era de 171,8 cm, en 2015 superará los 173, aunque, como explica Juan Carlos González, uno de los principales investigadores, «a medida que nos hacemos mayores bajamos de altura». Mientras en la juventud, entre 18 y 34 años, miden 1,75 m de media, cuando superan la treintena bajan dos centímetros y una vez superados los 55 y se alcanza la vejez se pierden cerca de ocho, de media, hasta situarse, en la franja de edad entre 55 y 75 años, en el 1,67 de estatura. «Es evidente que las nuevas generaciones son muy altas, sobre todo gracias a la alimentación». Este análisis no sólo era necesario para la industria de la confección, «sino que desde 1998 no existía un estudio que describiera cómo es la figura del hombre español de hoy». No ocurre así con las mujeres, como refleja el estudio que ya realizó el IBV en 2008, en el que se evidenciaba que las mujeres más altas, miden 162,6 cm, son las adolescentes. A partir de los 19 años el pico empieza a descender y las mujeres más ancianas no alcanzan el 1,55. Así, al contrario que los hombres, la diferencia con las mujeres del resto del continente europeo sigue siendo amplia.

Mientras que en el estudio femenino del Instituto Nacional de Consumo de 2008 sí que se realizó una división de los morfotipos de la mujer según sus curvas (diábolo, campana y cilindro), no se les ha dado nombre a los diferentes perfiles de los hombres porque lo que se aprecia, sobre todo es un aumento en el contorno de la cintura, por lo que su forma es recta. «Mientras que en altura somos muy similares a franceses y portugueses, en lo que se refiere al peso los españoles somos más gorditos», apunta el investigador. Es más, «pesamos unos dos kilos más que nuestros vecinos», subraya. Así, entre 18 y 34 años existe un 44 por ciento de sobrepeso; en la siguiente franja, entre 35 y 54 años, el porcentaje aumenta considerablemente y supera el 67. Por último, entre la población más envejecida, como también ocurre con las mujeres, el porcentaje que tiene sobrepeso se dispara. Con todo esto, otra de las conclusiones que esgrime el estudio es que la población con sobrepeso y obesidad se duplica con la edad. Como explica González, «la combinación del sedentarismo y la mala alimentación es el responsable de los kilos de más». Sorprende que, aunque la cultura del cuidado personal y del ejercicio está de moda, esto no se percibe en los cuerpos de los españoles. Giusseppe Russolillo, presidente de la Fundación Española de Dietistas y Nutricionistas, explica que «aunque esté de moda ser ‘‘runner’’, no significa que lo hagan todos. Son grupos muy concretos los que practican mucho deporte. La necesidad de hacer ejercicio no está instalada en nuestro país». Aunque este experto apunta a que en cuestiones alimentarias «no hemos mejorado, sino todo lo contrario. Cada vez nos igualamos más con el resto de países europeos pero para peor».

El nutricionista subraya que las mujeres suelen tener más problemas de sobrepeso, de acuerdo con lo que ve en consulta, el estudio del Instituto de Biomecánica apunta a que a ellas les sobran menos kilos que a ellos. De acuerdo con el estudio de hace siete años, más del 56 por ciento de las mujeres tiene un peso normal. En hombres este porcentaje baja diez puntos. En lo que se refiere al sobrepeso, sólo lo tienen el 24,9 por ciento de las mujeres, mientras que el 37 por ciento de ellos lo superan.

En lo que se refiere a las tallas –principal motivo del análisis–, si cuatro de cada diez mujeres reconocían que tenían dificultades para dar con la que mejor se adaptaba a su cuerpo, con lo hombres el problema es aún mayor. «El 60 por ciento de los hombres no encuentra la ropa que se ajusta a sus medidas», explica González. Y es que la falta de proporción en el tallaje es el principal problema para ocho de cada diez españoles. «Existen desajustes en el patrón y, sobre todo, en prendas clave como las camisas o los pantalones». Lo cierto es que, como les han comentado los encuestados, dar con un pantalón que no quede largo o corto y bien de cintura o con una camisa estrecha o ancha de hombres es complicado. Estas son las principales reclamaciones de los consumidores que, casi siempre, tienen que hacer ajustes en las prendas que adquieren. Esta situación es una de las principales barreras para que el comercio on-line de moda masculina tenga más éxito. Del estudio también se extrae que el 70 por ciento de los hombres españoles nunca compra ropa a través de internet. ¿Por qué? Dudan si les va a quedar bien –en el 26 por ciento de los casos– y les gusta ver lo que compran –23,3 por ciento–. «Uno de los principales motivos de estos inconvenientes es que el tallaje actual hace referencia a las medidas de los patrones de la ropa en lugar de a medidas corporales como proponen hoy en día las normativas europea e internacional. Además, hay que tener en cuenta que las personas tienen proporciones diferentes, por ejemplo en función de la edad, por tanto un maniquí único no sirve para toda la población», explica otra de las autoras, Marta Valero. Encaminarse hacia el estándar europeo es el objetivo de la industria textil, «que en el etiquetado aparezcan medidas concretas de cintura o de largo para que la moda, que cada vez es más global, se pueda ajustar a cada comprador», sostiene González. La realidad es que involucrar a la industria «ha costado, pero empieza a haber un interés importante». En eso coincide Ángel Asensio, presidente de la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon): «Desde los años 70 no teníamos estudios de la morfología masculina y, aunque nos hemos ido adaptando, con este estudio nos será más fácil avanzar hacia unos estándares». En calzado se consiguió homogeneizar en toda Europa, «es mucho más sencillo», pero con el tallaje de ropa es más difícil. La industria también sabe que el hombre cada vez es un target más importante porque «mira más lo que se pone». En lo que se refiere a aplicar los nuevos patrones, Asensio afirma que «cada empresa tiene un ritmo diferente, pero que podrían implantarse a partir de 2016, dependiendo de cada uno».

Los años en los que ellas no crecieron

Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desvela que la estatura media de las españolas nacidas entre 1939 y 1958 no superó los 160 cm, mientras que las generaciones de hombres que nacieron durante los mismos años experimentaron un crecimiento sostenido. La investigación, dirigida por el investigador del CSIC Julio Pérez, toma como base los datos de la Encuesta Nacional de Salud, realizada por el Estado desde 1987. «La estatura se ve condicionada por factores ambientales durante la infancia, especialmente la alimentación y las condiciones sanitarias, sumadas a la influencia de los genes. Este estancamiento en las mujeres podría tener muchas causas que están por determinar», explica el investigador.