Sucesos

El Hannibal Lecter africano siembra el terror en las cárceles españolas

Fabrizio João, de 36 años, está en un módulo de aislamiento desde hace dos años por su extrema peligrosidad

Fabrizio João está considerado el preso más peligroso de las cárceles españolas
Fabrizio João está considerado el preso más peligroso de las cárceles españolaslarazon

Fabrizio João, originario de Ginea- Bissau, a sus 36 años, tiene atemorizados a todos los funcionarios de prisiones de la cárcel de Teixeiro. Asesinó a golpes a un preso y mandó a cinco funcionarios de la prisión de Cádiz al hospital.

Fabrizio João, originario de Ginea- Bissau, a sus 36 años, tiene atemorizados a todos los funcionarios de prisiones de la cárcel de Teixeiro. Condenado a 22 años de prisión por violar y asesinar de 25 cuchilladas a su novia, lleva más de dos años en aislamiento, sin hablar con nadie. Lleva 10 años recluído, pero su actividad delictiva no ha cesado. En la prisión de Córdoba mató en 2014 a golpes a un reo, lo que le supuso 17 años más de prisión.

Le da igual. No puede parar. El 22 de noviembre de 2015 llegó a la prisión del Puerto de Santa María procedente de la cárcel de seguridad de Morón de la Frontera. Era su segunda estancia, tras un breve paso en 2014. Ocho meses después de su llegada estuvo a punto de cumplir sus numerosas amenazas contra los funcionarios, a los que amenazaba a diario con matarles y cortarles la cabeza.

El 21 de julio fue la fecha escogida para ejecutar su venganza. Durante un registro rutinario de su celda estuvo a punto de acabar con la vida de un funcionario de prisiones. Como cada día, salió de su celda para el registro y cuando los cinco agentes se acercaron para cachearlo y entregarle los enseres para que limpiara su habitación, se abalanzó sobre ellos. Todos sabían de su peligrosidad, por eso extremaban las precauciones. Normalmente el registro lo hacen dos funcionarios, pero debido a sus antecedentes, en su caso eran cinco. Ninguno esperaba que João estuviese armado. Con un cuchillo de fabricación casera alcanzó a uno en el cuello, le rompió la dentadura a otro. Al tercero le rompió la nariz, al cuarto le lesionó los ligamentos de la rodilla y el quinto sufrió un corte en el brazo de cuatro centímetros. La rápida intervención de una compañera evitó males mayores. Los cinco funcionarios tuvieron que cogerse una baja laboral. La agresión se produjo a las 9 de la mañana, después del desayuno. João había tratado con amabilidad al funcionario que le llevó el desayuno. Nadie esperaba lo que ocurriría después. Tres minutos de auténtico pánico que acabaron con cinco funcionarios en el hospital. Gracias a sus más de 100 kilos de peso, logró zafarse de los funcionarios y salir a la galería central, pero la pericia de una vigilante permitió dejarlo encerrado entre dos barreras corredizas. En España hay unos 70 presos extremadamente peligrosos, pero Fabrizio João es considerado el peor de ellos, lo que le ha valido el sobrenombre del "Hannibal Lecter"de las prisiones españolas. Los psicólogos lo tratan a través de los barrotes, como al personaje interpretado por Anthony Hopkins en "El silencio de los corderos". Todos coinciden en que si reinserción es imposible porque nunca muestra arrepentimiento por sus actos y su violencia es extrema. Nunca acepta someterse a terapias de autocontrol. Conocedor de que deberá permanecer encerrado hasta 2047, su única motivación es "reventar a cualquiera que tenga cerca".

Fue a raíz de ese incidente cuando se produjo su traslado a la cárcel de Teixeiro. Desde ese momento, el aislamiento del preso es total. Sale de su celda tres horas al día, va al patio solo. No se cruza con nadie. Las puertas se abren a su paso. Para evitar que haga daño a alguien, tiene que comunicarse a través de textos manuscritos. En su módulo, en el que hay otros presos peligrosos, nadie le ha visto pero saben que está.

Las imágenes de la agresión del Puerto de Santa María se han hecho virales después de que los funcionarios de prisiones las hayan hecho públicas para solicitar más personal, más medios y más protección. Denuncian que la falta de personal está provocando el aumento de las agresiones. Asimismo, reclaman una subida de sus salarios y más seguridad para que no pasen por lo mismo que pasaron los funcionarios que salen en el vídeo.