El «interno sombra» custodia al falso shaolín en la cárcel

Tras su paso por la prisión de Basauri (Vizcaya), Juan Carlos Aguilar, el falso shaolín de Bilbao acusado por el momento de haber asesinado a dos mujeres, fue trasladado hace unos días a la prisión de Zaballa (Álava). Según ha podido saber LA RAZÓN, «Huang» ha sido asignado al programa de prevención de suicidios, al considerarse que podría incurrir en esta conducta.

De esta forma, Aguilar, actualmente en el módulo de ingresos de la prisión alavesa, cuenta con la compañía constante de lo que se conoce como un «interno sombra»: un preso de confianza que, durante las 24 horas del día, vela por la seguridad del detenido. La permanencia en el módulo de ingresos podría ser provisional, hasta que el equipo técnico de la prisión valore cuál es el módulo más adecuado para el falso shaolín.

Aunque Aguilar tiene opción de bajar al patio, pasa la mayoría del tiempo en su celda. Del mismo modo, y tal como hacía en la prisión de Basauri, se dedica principalmente a leer los periódicos. Funcionarios de prisiones explican que, en algunas ocasiones, con presos acusados de crímenes que han atraído a los medios, es recomendable que cambien su aspecto físico para que no sean reconocidos por otros internos. Por el momento, este punto no se ha aplicado con «Huang».

Juan Carlos Aguilar fue detenido el pasado 2 de junio después de arrastrar a Maureen Ada Otuya, de nacionalidad nigeriana y que ejercía la prostitución, al interior de su gimnasio, el ZEN4, ubicado en la calle Máximo Agirre de Bilbao, donde la golpeó brutalmente hasta dejarla en coma. La Ertzaintza le localizó en ese momento, y trasladó a Ada al Hospital de Basurto, donde falleció el día 5 de junio.

Una vez en comisaría, el falso maestro shaolín confesó que el viernes anterior, 31 de mayo, había matado a otra mujer. Los agentes procedieron al registro del gimnasio y la vivienda de presunto asesino, lugares en los que encontró el cadáver descuartizado y metido en bolsas de plástico, de Jenny Sofía Rebollo.