Palma de Mallorca
El jurado declara culpable al hombre que calcinó a una joven en su coche
El jurado popular ha declarado culpable al acusado Alejandro de Abarca de asesinar a la joven Ana Niculai, de 25 años, tras secuestrarla, introducirla en el maletero de su coche y, tras conducir durante varias horas por varios puntos de Mallorca con ella dentro, prender fuego al vehículo hasta que la joven falleció por asfixia. Los hechos tuvieron lugar el 19 de julio de 2010, tras lo cual el procesado permaneció durante una semana en busca y captura. Durante la lectura del veredicto, el jurado ha considerado probado que el inculpado, conocido como 'el enano', tenía intención de acabar con la vida de la mujer, a quien a lo largo de esa jornada inyectó heroína de forma continua --nunca antes había consumido drogas-- para imposibilitar que se defendiera y anular de este modo su capacidad volitiva. Asimismo, sostiene que su pretensión pasaba por incrementar el dolor y sufrimiento de la víctima al tenerla retenida contra su voluntad en el interior del coche durante trece horas. El jurado ha recalcado además que De Abarca actuó "con plena y absoluta libertad de elección"y "sabía en todo momento lo que hacía". "No hay pruebas de que fuese drogado, sino que, tal y como han declarado diferentes testigos, hablaba con coherencia y educadamente".
Se trata de unos hechos por los que la Fiscalía solicita 44 años y medio de prisión -25 de ellos por un delito de asesinato con ensañamiento-, mientras que las acusaciones particulares, en representación de la familia y la pareja de la víctima, reclaman un total de 47. La defensa del acusado pide, por su parte, que el acusado sea condenado en el grado mínimo que corresponde a cada uno de los delitos que pesan sobre él: además de asesinato, detención ilegal, robo con violencia, conducción sin el permiso de conducir, conducción temeraria e incendio. Los miembros del tribunal del jurado han considerado acreditado que 'el enano' conoció a Niculai varios días antes de su asesinato en el bar que ella regentaba, pese a que De Abarca alegó durante su declaración en el juicio que mantenían una relación de pareja desde hacía meses, por lo que matarla no tenía "ni pies ni cabeza". Según sostienen, en el local le preguntó si tenía novio, a lo que ella respondió que eso era una cuestión personal y que ella estaba allí para servir consumiciones. Fue días después cuando, entre las 7.00 y las 7.30 horas el presunto asesino se apostó en el aparcamiento ubicado en la calle Jeroni Pou de Palma y, al llegar allí Niculai con su Audi, ésta se vio sorprendida cuando De Abarca se acercó a ella y la introdujo, tras reducirla, en el maletero del vehículo, maniatándola y amordazándola.
Para ello, reza el veredicto, "utilizó medios y formas que le impedían defenderse, huir o pedir auxilio". Seguidamente, se desplazó por diversos puntos de la isla con ella dentro, reteniéndola tanto en el maletero como en el asiento trasero, maniatada y con una bicicleta encima de ella. Durante su trayecto, compró cinco litros de gasolina con los que rociaría el vehículo, que condujo sin poseer el carnet, y se dirigió al poblado de Son Banya para adquirir la heroína. Fue sobre las 20.00 horas del mismo día cuando 'el enano' se dirigió al Camino de S'Amarador de Muro con la víctima de nuevo en el maletero cuando, con intención de acabar con su vida y de destrozar el vehículo, roció con la gasolina adquirida el cuerpo de la joven y todo el coche, lo que provocó su muerte por asfixia y que fuese hallada calcinada en el interior del maletero.
Además, el inculpado, con intención de beneficiarse económicamente, se apoderó del coche y de más de 500 euros que llevaba la víctima. El único hecho no probado, a juicio del jurado, es que De Abarca, tras tomar una cerveza en un bar, dejara atada a Niculai en un árbol de un descampado de Muro. Tras la lectura del veredicto, el letrado que representa a la familia de la víctima, Antoni Monserrat, ha celebrado que tras la celebración del juicio "se haya hecho justicia"al quedar considerados probados, "punto por punto, los hechos que incluíamos en nuestro escrito de acusación". Según ha puesto de manifiesto en declaraciones a los medios, "el jurado lo ha visto clarísimo y la familia está contenta por ello y por haberse personado".
Detenido una semana después
Producidos los hechos, el acusado, quien se encuentra en prisión provisional desde el 26 de julio de 2010 y cuenta con numerosos antecedentes penales, se dio a la fuga hasta ser arrestado una semana después del rapto, búsqueda que generó una gran expectación y supuso un amplio despliegue policial en la isla. Tras ser detenido, De Abarca confesó, pese a que en un primer momento negó su vinculación con el suceso, que mató a Niculai con una inyección de heroína. No obstante, durante el juicio volvió a dar una versión distinta de las que ofreció anteriormente, al negar, en un interrogatorio cuyas respuestas estuvieron cargadas de incoherencias, las acusaciones que pesan sobre él. Según argumentó, el coche ardió tras explotar el "cazo con droga"que él estaba preparando en el asiento delantero. "La explosión fue tan grande que el coche quedó en llamas", aseguró.
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