Galicia
El maquinista del «tren celta» trató de salir de la cabina antes de la colisión
El conductor y el interventor salieron despedidos del tren siniestrado en O Porriño por el fuerte impacto
El conductor y el interventor salieron despedidos del tren siniestrado en O Porriño por el fuerte impacto
A la espera de que la investigación permita esclarecer las causas del accidente de «tren celta» Vigo-Oporto en el que fallecieron cuatro personas, cada vez se van sabiendo más detalles sobre lo qué sucedió en aquellos trágicos instantes. «El maquinista –José Arnaldo Moreira– al ver que el tren iba a descarrilar intentó salir de la cabina dirigiéndose hacia el primer coche. Salió despedido por una ventanilla, al igual que el interventor –Miguel Ángel Veiga–», explica Carlos Díaz, responsable del sector ferroviario de UGT Galicia.
Díaz acudió al lugar del accidente nada más conocer la noticia. «La cabina quedó como un amasijo de hierros. No había ni 20 centímetros de espacio». El responsable de UGT descarta que Joaquín Rodríguez, el jugador de balonmano del AD Carballal que estudiaba para ser maquinista, pudiera haber ido dentro de la cabina. «Tanto él como el turista norteamericano –la cuarta víctima– estaban dentro del tren tras el accidente. Joaquín iba con billete de pasajero. Se iba a pasar el fin de semana a Lisboa, previo trasbordo en Oporto». Familiares, amigos y compañeros dieron ayer su último adiós a Joaquín Rodríguez, hijo del antiguo responsable de Transportes de UGT Galicia, Cándido Rodríguez. «Había muchísima gente. Era un chaval muy conocido y muy querido, al igual que su familia. Cuando terminó la misa, que comenzó a las 13:30, se aplaudió y después otra vez cuando sacaron el féretro porque lo iban a incinerar. Fue un clamor». El día previo, a las 18:30, se dio también el último adiós al interventor, que estaba casado y que deja dos hijos.
No son los únicos del gremio que estaban dentro del tren. Entre los heridos –nueve permanecían ayer ingresados en hospitales de Vigo– «también había otro compañero ferroviario que iba como pasajero que se rompió un brazo y la clavícula».
«La próxima semana esperamos que esté el informe sobre lo sucedido. Dado que la vía estaba en perfectas condiciones y que no había problemas de infraestructura, las hipótesis que se barajan es que hubiera un exceso de velocidad porque hubiera un fallo en los equipos que hay en la cabina para reconocer las señales para reducir la velocidad o bien que el maquinista no diera al botón», apunta el responsable de UGT, que explica que aunque sacaron el primer coche, el de la cabina, aún queda pendiente sacar los otros tres coches.
«A ver si nos convencen los resultados del informe. Llevamos mucho tiempo pidiendo que se actualicen y renueven los sistemas de seguridad de los vehículos ‘‘asfa’’ por los del modelo digital, que hoy por hoy es lo más seguro que hay, ya que si por algún motivo el maquinista no sigue las señales, lo hace el software del vehículo. Cuesta dinero, pero más cuesta una vida. Aunque la situación no esté económicamente bien, eso ayudaría mucho a la seguridad. No podemos seguir con este sistema que es el básico. Hay que implantar el digital que permite garantizar que se pueda evitar o reducir las consecuencias, en caso de producirse un fallo humano», reclama.
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