Cádiz

El «mercado negro» de dentaduras para los aspirantes a dentista

Reunir los 32 dientes y muelas que forman la boca de un ser humano es un reto para los estudiantes de tercer y cuarto curso de Odontología que llegan a pagar más de 50 euros por la arcada completa.

Reunir los 32 dientes y muelas que forman la boca de un ser humano es un reto para los estudiantes de tercer y cuarto curso de Odontología que realizan prácticas en la carrera; algunos los buscan gratis y otros, los menos esforzados, llegan a pagar más de 50 euros por la arcada completa.

El objetivo: conseguir lo que en el argot de odontología se denomina un "tipodonto": un molde de cera y acrílico en el que van insertadas las muelas del juicio, los molares, premolares, caninos e incisivos que componen la boca del ser humano y en el que los alumnos aprenden a empastar o a hacer endodoncias o restauraciones.

"Los que tienen la suerte de tener algún familiar con clínica dental consiguen las piezas gratis y se montan su propia arcada, pero los que no la tienen, o los menos esforzados, llegan a pagar 50 euros o más por el tipodonto completo", ha comentado a Efe una joven recientemente graduada en Odontología por la Universidad Alfonso X el Sabio de Madrid (UAX).

Esta odontóloga ha explicado que la compraventa de piezas naturales es una práctica habitual en esta y otras facultades de Odontología y que los profesores saben "perfectamente"que existe "un mercado negro", porque incluso se cuelgan ofertas de dientes y muelas reales en los tablones de anuncios de la Facultad.

"Para nosotros no es un 'trapicheo' ni nada ilegal. Forma parte de nuestro día a día porque es necesario para nuestra formación académica", ha explicado esta graduada.

Sin embargo, Javier de la Cruz, jefe de Estudios de Odontología de la UAX, desconoce que se "trafique"con piezas dentales naturales dentro de la Universidad, pero admite que la "picaresca"y las necesidades económicas de algunos alumnos pueden llevarles a vender dientes y muelas, un comportamiento que considera más "anecdótico"que "ilegal".

"Conseguir piezas dentarias reales es más fácil de lo que parece", explica a Efe este profesor, que propone a sus alumnos pedir las piezas en las clínicas dentales o en la Seguridad Social, donde se realizan la mayoría de las extracciones porque son gratuitas.

Otra forma de obtener el material para prácticas consiste en que los alumnos pidan un certificado a la Facultad y vayan a los cementerios, donde es frecuente que se cedan gratuitamente los dientes de los restos exhumados que pasaban a los osarios, siempre que no los reclamaran los familiares, "porque el diente dura mucho tiempo", según De la Cruz.

En cualquier caso, "el profesor nunca pregunta al alumno de dónde ha salido el diente. Solo imparte la clase práctica", afirma el jefe de Estudios de Odontología de la UAX.

Para los estudiantes, reunir las 32 piezas de la boca es un trabajo "muy laborioso, porque si no quieres pagarlas ni tienes la suerte de tener algún odontólogo en la familia, debes ir por las clínicas recogiendo las 'sobras' que te quieran dar", comenta una alumna.

Explica que lo más fácil es conseguir las muelas del juicio y lo más difícil, los colmillos y los incisivos, popularmente conocidos como "paletos", porque se extraen raramente.

La alternativa más sencilla es conseguirlos todos en el mercado de compraventa, ya sea a través de internet o de los tablones de anuncios de la Facultad.

"Se venden tipodontos de dientes naturales. Dientes de la clínica dental donde trabajo. Siempre en buen estado. Se envía a domicilio desde Cádiz. Pago por transferencia o ingreso en cuenta. Precio por arcada 55 euros", reza un anuncio insertado en el foro de alumnos de la UAX.

Y todo esto con el objetivo último de aprobar la asignatura de Patología y Terapéutica Dental, que se imparte en tercer y cuarto curso del grado de Odontología, y en la que los alumnos practican con dientes reales, para conocer su sensibilidad, su textura, la anatomía dental y las ramificaciones nerviosas.

Una vez utilizados, los dientes naturales no suelen ser "reciclables", dado que la cantidad de prácticas que se realizan con ellos los dejan inservibles para el mercado de "segunda mano".