Caso Yeremi Vargas

El Rubio a un compañero de celda: «Lo de Yeremi se me fue de las manos»

El preso declaró ayer ante el juzgado por esta supuesta confesión.

Antonio O.B., "El Rubio", principal sospechoso de la desaparición y posible muerte de Yéremi Vargas.
Antonio O.B., "El Rubio", principal sospechoso de la desaparición y posible muerte de Yéremi Vargas.larazon

El preso declaró ayer ante el juzgado por esta supuesta confesión.

Este martes concluyó la primera ronda de declaraciones sobre la desaparición del pequeño Yeremi Vargas en los juzgados de San Bartolomé de Tirajana con un nuevo e inesperado testigo. Se trata de otro preso que comparte celda con “El Rubio” actualmente en el centro penitenciario de Juan Grande.

Ese preso señaló que hace dos semanas Ojeda se derrumbó en la celda cuando conoció la sentencia dictada el pasado 5 de diciembre por la que se le condena a cinco años de prisión como autor de un delito de agresión sexual ocurrido en 2012. En ese momento le preguntó qué había ocurrido con el otro niño, refiriéndose a Yeremi, a lo que le habría admitido algo que no ha reconocido en ningún momento anterior en sus múltiples declaraciones: “Con el otro se me fue de las manos, se me echó a correr y tuve que desaparecerlo”, dijo al parecer Ojeda a su compañero de celda.

Hasta el momento las únicas confesiones privadas que “El Rubio” había hecho a otros presos de confianza se habían limitado a indicar cierto grado de conocimiento colateral sobre lo sucedido el 10 de marzo de 2007, como fue el caso de su compañero de celda en la prisión gaditana de Botafuego, al que llegó a contar dos versiones diferentes sobre los hechos. Primero le aseguró que había visto cómo una mujer de cabello moreno tiraba del brazo del niño y lo introducía en el interior de un Seat Toledo blanco conducido por un hombre. Días después cambió el relato, implicó a un antiguo vecino suyo conocido como Tani y afirmó espontáneamente que "el chiquillo no sufrió, el chiquillo ya llegó muerto". Entonces, dijo haber visto el cuerpo sin vida en el vehículo de su vecino y cómo éste incineraba el cadáver utilizando al efecto maderas y un colchón, según recogió la Guardia Civil en su atestado sobre el caso.

Ésta nueva declaración de otro preso de confianza de El Rubio en el centro penitenciario de Juan Grande fue la última de las comparecencias de estas jornadas que se retomarán después de Navidad. Hasta el momento suman ya 11 las personas que han declarado en diligencias previas.

Entre los testigos que quedan pendientes están la ex pareja de Ojeda, quien ante la Guardia Civil aseguró "no haber observado nunca nada que le hiciera pensar que sintiera atracción sexual hacia los niños". Y también declarará por videoconferencia el compañero de celda de Ojeda en la prisión gaditana de Botafuego.