Vacaciones
El veraneo de los perros, a debate
La nueva playa para perros de Barcelona ha enfrentado a los vecinos y defensores de los animales. «Aceptar mascotas en este tipo de espacios muestra que la sociedad va avanzando»
La nueva playa para perros de Barcelona ha enfrentado a los vecinos y defensores de los animales. «Aceptar mascotas en este tipo de espacios muestra que la sociedad va avanzando»
La nueva playa para perros de Barcelona ha enfrentado a los habitantes de Sant Martí. Por un lado, las asociaciones de vecinos de la zona no quieren que se habilite el acceso de los canes a los 1.250 metros cuadrados que el Ayuntamiento de Barcelona quiere destinar a los mascotas y sus dueños. Por otra parte, las organizaciones defensoras de los animales reivindican que llevan años luchando para poder disfrutar de un día de playa en temporada alta junto a sus mascotas.
Los vecinos aseguran que no están en contra de los perros ni de sus derechos pero consideran que hay otros espacios más adecuados para los canes. Sin embargo, las asociaciones animalistas opinan que se debe tener paciencia y dar una oportunidad al ensayo. «El movimiento se demuestra andando y sobre la marcha se verá. Esto no es algo nuevo. Hay otras playas en España con sitios acotados para perros», declaró Carmen Méndez, presidenta de la Asociación de Defensa de los Derechos de los Animales (ADDA). Méndez quiso destacar que «aunque este tipo de cosas crean incertidumbre, hay que irse adaptando». Esta clase de conflictos no son una novedad. Ya ocurrió algo parecido cuando se permitió el acceso de canes a la red de metro de Barcelona y al final, pudo llevarse a cabo la iniciativa. «En una sociedad hay que convivir. El papel de los animales de compañía es muy importante en una comunidad y se les debe ceder un espacio. No es nada grave», afirmó la presidenta de ADDA.
Pero, ¿en qué beneficia la presencia de perros en la playa? «Aceptar mascotas aporta un poquito de civilización y es una muestra de que nuestra sociedad va avanzando». De esta manera la presidenta de ADDA considera que «todo este conflicto es hacer un problema de donde no lo hay pues se están adelantando a algo que no ha existido aún». «Son los perros y sus dueños quienes tienen derecho a disfrutar de la playa en verano o cuando hace bueno, no sólo cuando no hay nadie». Este tipo de acciones también repercuten en el turismo de las zonas costeras. «En cierto modo estas iniciativas condicionan a los visitantes de la ciudad. Es como poder entrar en un hotel o no por querer ir con tu mascota». Y es que, «gracias a este tipo de iniciativas nos acercamos al resto de Europa. En temporada baja está permitido que los perros corran y jueguen por la playa con sus dueños y no pasa nada, ¿por qué iban a ser un problema durante los meses de verano?».
«En mi familia consideramos a los perros como un miembro más. Ellos disfrutan mucho de la playa y elegir un lugar donde poder ir con ellos es muy importante para nosotros», explicó a La Razón Raquel Gómez, usuaria de playas caninas. Raquel suele acudir en vacaciones junto a su marido, sus tres hijos y sus dos perros a Playa Can (Gandía) donde está permitida la presencia de perros. En su caso, asegura que su familia planea sus vacaciones «en torno a sus necesidades» y a la posibilidad de poder llevar a sus perros con ellos. «Mi experiencia personal es que en una playa con perros prima sobre todo el civismo. Hay siempre un par de personas encargadas de que no haya conflictos con los perros. «Nunca he contemplado ningún problema. Es un ambiente perruno que invita a comunicarse con el resto de personas de la playa». Además, Raquel aclaró que la playa se queda impoluta pues la gente que lleva a sus perros a este tipo de espacios «sabe lo que tiene que hacer».
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