Estudio

La emancipación juvenil sube a más del 16% tras la pandemia

A pesar del buen dato España sigue teniendo una de las edades más altas de Europa respecto a cuándo se van los jóvenes de casa de sus padres: a los 30,3 años de media

En Cataluña los alquileres se han disparado casi un 4%
Los alquileres se han disparadolarazon

Para muchos expertos que analizan tendencias y estadísticas fue el año pasado el que consideraban que servía realmente de termómetro social ya que en 2022 todavía podía verse influenciado por los resquicios de las fuertes restricciones que sufrimos en 2020 y 2021. Y también ha ocurrido en el plano demográfico y social. Ejemplo de es la tasa de emancipación juvenil, que en España subió en el primer semestre de 2023 hasta el 16,3 % por primera vez desde 2020. Aunque sigue muy por debajo de la media de la Unión Europea (31,9), se trata de un buen dato que se desprende del último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE) y que se dio a conocer ayer.

El estudio, centrado en la población de entre 16 y 29 años, lo que representa a nada menos que 7.088.690 personas en España, muestra que el problema estructural de vivienda hace que el país tenga una de las edades medias de emancipación más altas de Europa, a los 30,3 años.

Pese a la mejora ligera (0,37 puntos porcentuales respecto al año anterior), la tasa de emancipación juvenil continúa lejos de los niveles alcanzados antes de la pandemia (18,7 %) y del máximo registrado con anterioridad a la crisis económica de 2008 (26,1 %). Además, de enero a junio del año pasado el paro joven descendió ligeramente hasta el 20,1 % –la cifra más baja desde mediados de 2008– y el salario medio juvenil aumentó un 5 % hasta los 12.062,59 euros.

Pero estas mejoras, advierte el estudio, no han llegado a todas las comunidades: en diez de ellas la tasa de emancipación se redujo respecto al primer semestre de 2022; en cinco de las siete autonomías en las que creció la tasa de paro también descendió la emancipación, y en nueve de las 17 comunidades el salario medio es de menos de 1.000 euros al mes, según el estudio recogido por Efe.

El problema del alquiler

En este contexto, el precio de los alquileres, la forma más habitual de emancipación para los jóvenes, se ha disparado y ha subido mucho más que los salarios, cuya media en 12 pagas se situaba en 1.005,22 euros netos al mes, mientras que el precio medio del alquiler era de 944 euros mensuales.

Si a esto le sumamos el gasto medio de los suministros de una vivienda (138,12 euros al mes), el precio de un alquiler en solitario sumaría 1.082,12 euros, por lo que a una persona joven le faltarían 76,9 euros para poder vivir solo, advierte el Observatorio.

Los 944 euros al mes de media que paga un joven por alquilar una vivienda es el precio más alto desde que existen registros, supone el 93,9 % de su sueldo e implica un encarecimiento del 9,3 % respecto a un año antes y de casi un 70 % respecto al que tenían las viviendas de alquiler hace diez años.

Tampoco alquilar una habitación en una vivienda compartida es una opción asequible: cuesta 375 euros al mes, el equivalente al 37,3 % del salario de un joven (los estudios sitúan el 30 % del sueldo como el máximo aceptable para dedicar a la vivienda), una situación que se da en diez de las 17 comunidades. En cuatro, incluso, superaba el 40 %.

Aunque menos, pero el mercado de la compra también se encareció en el primer semestre de 2023: la primera mensualidad de una hipoteca correspondería al 65,9 % del salario de un joven, que para pagar la entrada de una vivienda tendría que ahorrar 53.796 euros, el equivalente a cuatro años y medio de su sueldo.

El lastre del alquiler

«Los alquileres no paran de subir y nuestro poder adquisitivo no para de bajar y eso agrava aún más la crisis habitacional y afecta directamente a nuestra salud mental porque la inseguridad en la vivienda se traduce en ansiedad, estrés y preocupaciones constantes sobre el futuro», denunció ayer la presidenta del CJE, Andrea González Henry.

Por ello, exigió que se afronte la vivienda como un problema estructural, se aumente el parque público –que en España representa el 2,5 % de las viviendas frente al 9,3 % de media en Europa–, que se aplique la Ley de Vivienda y se aumente el salario mínimo.

«Todo pasa por lo que hagamos en materia de vivienda (...). Pondremos en duda el crecimiento de este país si no solventamos la capacidad de los jóvenes de tener su proyecto de vida, de tener su independencia económica y vital», advirtió el secretario de Estado de Juventud e Infancia, Rubén Pérez.

Por su parte, el secretario de Estado de Vivienda y Agenda Urbana, David Lucas, recordó las medidas puestas en marcha por el Gobierno en los últimos años para intentar resolver «una de las realidades más duras» que arrastra España desde hace 40 años, entre las que ha destacado la Ley de Vivienda. En cuanto al género, las mujeres siguen emancipándose más que los hombres (19,4 % frente al 13,3 %).

Con una tasa de emancipación por encima de la media española se sitúan Cataluña (20,9), Canarias (19,1), Murcia (18,2), Madrid (17), Asturias (16,6) y Baleares (16,4). Y por debajo están Aragón (16,2), Valencia (15,5), Navarra (15,5), Galicia (15,3), País Vasco (14,8), Extremadura (14,8), Castilla y León (14,7), Rioja (14,7), Castilla-La Mancha (13,3), Andalucía (12,9) y Cantabria (11).