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España lidera la esperanza de vida en Europa, pero más de la mitad de los años tras los 65 se viven con discapacidad
Las mujeres viven más años, pero también más tiempo con discapacidad: 13 frente a 9 en los hombres
España es uno de los países más longevos del mundo y el que registra una de las mayores esperanzas de vida de la Unión Europea. Sin embargo, esta ampliación de la vida no siempre se traduce en una buena calidad de salud. Más de la mitad de los años vividos a partir de los 65 se desarrollan con alguna discapacidad o limitación funcional, un fenómeno que afecta especialmente a las mujeres, según pone de manifiesto el estudio del programa de investigación de la Fundación BBVA y el Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) titulado 'Calidad de vida en los mayores'.
El informe indica que la esperanza de vida al nacer ha crecido de forma sostenida en España desde 1975. Entonces se situaba en 73,4 años, mientras que en 2024 alcanza los 84 años de media. Este avance ha sido algo mayor entre los hombres -que han pasado de 70,5 a 81,4 años- que entre las mujeres, que han aumentado de 76,3 a 86,5 años. Aunque la brecha de género se ha reducido ligeramente, las mujeres siguen viviendo más de cinco años más que los hombres.
España se sitúa así entre los países europeos con mayor longevidad, junto a Italia y Suecia, y supera en 2,3 años la media de la UE-27 (81,7 años). En contraste, los países del Este europeo como Bulgaria, Rumanía o Letonia mantienen los valores más bajos, con diferencias que superan los cinco años respecto al promedio comunitario.
Más años, pero no siempre más saludables
La esperanza de vida a los 65 años en España alcanzó en 2023 los 21,7 años, 1,5 años por encima de la media europea. No obstante, el aumento de la longevidad va acompañado de un crecimiento en el número de años vividos con discapacidad. Si en 2018 una persona de 65 años vivía de media 9,8 años con limitaciones funcionales, en 2023 esta cifra se ha elevado a 11,4 años, señala el estudio.
Las diferencias por género revelan un contraste significativo: las mujeres viven más años, pero también dedican una mayor proporción de ese tiempo a convivir con problemas de salud. De los 23,5 años que, de media, viven tras los 65, 13,3 años -el 56,6 %- transcurren con discapacidad. En los hombres, la proporción es menor: 9,4 de los 19,7 años (el 47,6 %). Aunque ambos disfrutan prácticamente de la misma cantidad de años sin discapacidad -10,2 años las mujeres y 10,3 los hombres-, las mujeres padecen limitaciones durante 3,9 años más que ellos.
En el contexto europeo, España se mantiene en la parte alta en longevidad, pero se acerca a la media comunitaria cuando se mide cuántos años se viven sin discapacidad a partir de los 65. En España, este periodo libre de limitaciones es de 10,3 años, ligeramente superior al promedio de la UE (9,4 años). Sin embargo, los años vividos con discapacidad -11,4 años en España frente a 10,8 en la UE-27- siguen siendo más numerosos.
Los países que mejor combinan cantidad y calidad de vida son los del norte y centro de Europa. Suecia encabeza la clasificación, con un 66,2 % de los años posteriores a los 65 vividos sin discapacidad, seguida de Malta e Irlanda. En el extremo opuesto, Rumanía, Letonia y Eslovaquia presentan tanto una menor esperanza de vida como una menor calidad de salud en la vejez, con menos del 30 % de años vividos sin limitaciones funcionales.
El reto: vivir más, pero también vivir mejor
Los datos muestran que el desafío demográfico de España ya no reside solo en prolongar la vida, sino en aumentar los años vividos con autonomía, buena salud y participación social. Para ello, los expertos insisten en reforzar la prevención sanitaria, promover hábitos de vida saludables, impulsar programas de envejecimiento activo y fortalecer los sistemas de atención sociosanitaria y cuidados de larga duración.