
Trabajar en el extranjero
Un español que vive en Suiza revela las falsas expectativas de ir a trabajar allí: “Estáis muy flipados”
Muchos jóvenes emigran a Suiza buscando sueldos altos y una vida fácil. La realidad, sin embargo, es mucho más dura de lo que muestran las redes sociales

La imagen de Suiza como el paraíso laboral de Europa sigue alimentando miles de sueños migratorios. Alta calidad de vida, estabilidad, salarios desorbitados... son ideas que se repiten constantemente en redes sociales. Sin embargo, para quienes realmente viven allí, la experiencia dista mucho de ser tan idílica. Así lo cuenta un español afincado en el país helvético desde hace años, que ha compartido su punto de vista en un vídeo que se ha hecho viral: “Los que venís a Suiza, estáis muy flipados”.
Lejos de ser un mensaje desalentador, su intención, asegura, es poner algo de realismo sobre la mesa. “Lo digo porque yo soy una persona que siempre intento incentivar a la gente a venir, a buscar un futuro mejor", explica el creador de contenido, "pero claro, entre esto y venir con una expectativa totalmente irreal, hay un trecho muy grande”.
Trabajar en Suiza: expectativas desorbitadas, realidades complejas
Las redes están repletas de creadores de contenido que promueven Suiza como un destino ideal para ganar dinero rápido. Pero según este joven, esta imagen está lejos de la realidad para la mayoría de quienes aterrizan en el país sin preparación. “Viene gente que no tiene casa donde vivir, que no encuentra trabajo, que se tiene que volver a España sin ahorros porque se los han tenido que gastar aquí buscando una vida mejor”.
Uno de los errores más frecuentes, explica, es llegar sin conocimientos de idiomas, sin estudios, y esperar sueldos que superen los 6.000 o 7.000 francos suizos al mes (entre 6.400 y 7.500 euros). “Hay chavales que me escriben y me dicen: ‘He encontrado un trabajo pero creo que me están estafando’. Y cuando miro su contrato, cobran 4.500 francos brutos sin saber el idioma, sin formación. Eso, en su situación, es un sueldazo”.
Según la Oficina Federal de Estadística de Suiza, el salario medio bruto ronda los 6.500 francos mensuales, pero esto incluye profesiones altamente cualificadas y trabajadores con experiencia y dominio de varios idiomas oficiales (alemán, francés, italiano). En el sector servicios o en trabajos no cualificados, los sueldos son significativamente más bajos, y el coste de vida, mucho más alto de lo que muchos esperan.
Suiza no es un atajo: es una inversión a largo plazo
El creador de contenido advierte que emigrar a Suiza debe verse como una inversión, no como una solución inmediata. “Venir aquí, lo primero, es una inversión de dinero, porque tienes que tener dinero para sobrevivir. Y lo segundo, es un plan a medio o largo plazo”.
Según su experiencia, incluso personas con estudios universitarios y nivel avanzado de alemán empiezan desde abajo. “Te estoy hablando de gente muy formada, con carreras, con máster, con un nivel de inglés increíble. Y vienen y me dicen: ‘Sé que al principio tendré que trabajar de lo que sea’. Y hacen sus planes ganando lo mínimo”.
Este enfoque es el que permite avanzar: aprender el idioma, integrarse, buscar mejores oportunidades con el tiempo. “Si te quedas en un trabajo de 4.500 toda la vida sin querer estudiar o aprender el idioma, pues te quedarás igual toda la vida y será un país igual que todos”.
Jornadas extenuantes y alquileres imposibles
La presión laboral tampoco es menor. En Suiza, muchas jornadas se extienden a 10 o incluso 12 horas, especialmente en sectores como la hostelería, la construcción o la logística. “Aquí nadie te va a regalar nada, ni en Suiza, ni en la Antártida, ni en Australia. Lo vas a tener que trabajar”.
A esto se suma la dificultad de encontrar vivienda, especialmente en ciudades como Zúrich o Ginebra, donde los alquileres pueden superar fácilmente los 2.000 francos por un estudio. Muchos recién llegados, sin contrato fijo ni avales, encuentran casi imposible alquilar una vivienda digna.
Cuidado con las estafas
También se lanza una advertencia clave: no todo lo que brilla es oro. “Tened cuidado con las estafas. En Suiza creemos que todo funciona bien, que todo es seguro, pero te hacen una estafa desde otro país y te la comes”. Los fraudes en el mercado de alquiler, ofertas falsas de empleo o supuestos intermediarios que cobran por encontrar trabajo están a la orden del día. “No paguéis nada cuando todo os parezca demasiado bonito. No mandéis dinero por adelantado”.
El mensaje final es claro: Suiza puede ser una buena opción para quienes estén preparados, tengan una actitud realista y estén dispuestos a esforzarse durante años. Pero idealizar el país y seguir consejos desinformados solo lleva a la frustración.
Con su consejo, este joven español no busca cerrar puertas, sino abrir los ojos. Porque emigrar, a Suiza o a cualquier país, implica riesgos, esfuerzo, adaptación y tiempo. “Todo va paso a paso. Cuando lleves diez años, habrás encontrado el trabajo o la oportunidad que necesitabas. Pero si no haces nada por avanzar, te quedarás donde estás”.
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