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Una española en Finlandia: "Este país no es tan feliz como parece y te explico por qué"
Existen matices en esa perfección que se le atribuye habitualmente

Durante ocho años consecutivos, Finlandia ha sido galardonado como el país más feliz del mundo. La imagen se repite: paisajes nevados, lagos infinitos, bienestar, educación ejemplar y salmón salvaje en la mesa. Pero Andrea, maestra española que vive allí y creadora de contenido bajo la cuenta @teacherstudio, ha decidido ponerle matices a ese relato en un vídeo de TikTok.
"¿Habéis escuchado eso de que Finlandia lleva 8 años siendo el país más feliz del mundo? No digo que no sea cierto, pero hoy vengo a añadir los matices que casi nunca se cuentan", indica. Y esos matices empiezan por algo tan cotidiano como ir al supermercado. Frente a la idea de un país volcado en la alimentación saludable y el producto fresco, Andrea muestra pasillos repletos de comida preparada: "Hay muchísima comida precocinada. Todo este pasillo lo es". Cuenta que muchas carnes vienen ya maceradas, muy procesadas, y que "apenas hay buenos productos congelados, ni carnes, ni pescados". Incluso el famoso pescado finlandés se aleja de la estampa idílica: "Y el pescado que más se consume es el hecho a la parrilla, condimentado. No es el salmón salvaje de postal que todos imaginamos".
Su mirada no es la de alguien empeñado en criticarlo todo. Andrea destaca aspectos que le gustan y que considera un verdadero punto fuerte del país. "Algo que me encanta es que a los niños se les da mucha responsabilidad y autonomía", explica. Esa confianza en la infancia es una de las señas de identidad de la sociedad finlandesa. Pero el elogio viene acompañado de una reflexión más incómoda sobre lo que ocurre cuando esa autonomía se convierte en independencia temprana: "A los 16 empiezan a recibir ayudas para independizarse. Lo que hace que apenas tengan control prenatal y guía en una etapa emocional clave y esto se refleja en datos".
Es en este punto donde entra en juego la otra cara de la felicidad. Finlandia, recuerda Andrea, "arrastra altas tasas de ansiedad y depresión en jóvenes según su propio Ministerio de Salud".
La estructura de los hogares finlandeses añade otra capa a esta realidad compleja. Andrea señala que Finlandia "es uno de los países con más gente viviendo sola, cerca del 30%". Aclara que vivir solo no es, en sí mismo, algo negativo, pero no oculta el reverso de esos datos: "Vivir solo no es malo, pero sí que hay una gran parte de estas personas que sufren soledad, algo que el propio gobierno ha confirmado".
Con este contexto, la pregunta surge casi sola: si hay comida muy procesada, mucha gente viviendo sola y problemas de ansiedad y depresión entre los jóvenes, ¿cómo es posible que Finlandia encabece año tras año la lista de países más felices? Andrea ofrece una clave que, para ella, explica la aparente contradicción: "Porque en estos rankings felicidad significa estabilidad. Esto sí es indiscutible".
Y en ese terreno, Finlandia sí destaca claramente, según Andrea. En su vídeo enumera los pilares de esa estabilidad: "Finlandia tiene un estado de bienestar fuerte, confía mucho en las instituciones, tiene un gran equilibrio entre vidas y trabajo. Es uno de los países con una de las menores brechas económicas del mundo. Permite un constante contacto con la naturaleza, disfruta de una seguridad muy alta y tiene uno de los sistemas educativos más equitativos del mundo".
El resultado es un retrato lejos de los extremos. "Finlandia no es un paraíso perfecto ni tampoco un país oscuro. Solo es más complejo de lo que se cuenta", resume.