Bruselas
Europa avala a los países que prohíben donar sangre a los gays
Más de una decena de Estados miembros prohíben a los homosexuales donar sangre. Es el caso de países como Francia, Alemania, Malta, Irlanda o Dinamarca. Mantener relaciones sexuales con otros hombres les incluye dentro de una «categoría de riesgo» que les lleva a ser rechazados como donantes de sangre. La Justicia europea avaló ayer esta práctica, considerando que «puede estar justificada».
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronunció ayer con un polémico dictamen, después de que Francia le pidiera su interpretación a través del tribunal administrativo de Estrasburgo. El fallo responde a la pregunta de si excluir de las donaciones a los homosexuales es compatible con la directiva europea que regula «los requisitos técnicos de la sangre y los componentes sanguíneos». Según dicha directiva, «las personas cuya conducta sexual supone un alto riesgo de contraer enfermedades infecciosas graves transmisibles por la sangre quedan excluidas permanentemente de la donación de sangre». Por lo tanto, se debería poder probar si el riesgo efectivamente es tan elevado como para que se les prohíba donar. Excluir a este colectivo «puede estar justificado», por lo tanto, aunque para hacerlo de forma permanente, según recoge la sentencia, se debe demostrar «que están expuestos a un riesgo elevado de contraer enfermedades infecciosas graves, como el VIH, y que no existen técnicas eficaces de detección o métodos menos coercitivos para garantizar un alto nivel de protección de la salud de los receptores». La sentencia llega seis años después de que un médico francés rechazara la donación de sangre de un ciudadano por haber mantenido relaciones sexuales con otros hombres y éste decidiera recurrir la decisión médica. Aunque, como recuerda el Tribunal de la UE, «el derecho francés excluye permanentemente de la donación de sangre a los hombres que han tenido esas relaciones sexuales». El Tribunal europeo señaló ayer que la Justicia gala debe determinar si en Francia un hombre que ha tenido relaciones sexuales con otro está expuesto a un elevado riesgo de contraer enfermedades infecciosas graves transmisibles por la sangre, teniendo en cuenta «la situación epidemiológica en Francia, la cual, según el Gobierno francés y la Comisión, presenta un carácter específico». En este sentido, el Tribunal destaca que, según los datos facilitados, entre 2003 y 2008 casi todos los contagios por el VIH se produjeron por una relación sexual, y la mitad de los nuevos contagios afectan a hombres que han tenido relaciones sexuales con otros hombres. «En ese mismo periodo, estos últimos constituían la población más afectada por la contaminación por el VIH, en un porcentaje 200 veces superior al de la población heterosexual francesa. Por último, de entre todos los países de Europa y de Asia central, Francia es el que presenta una mayor prevalencia del VIH en el grupo de los hombres que han tenido relaciones sexuales con otros hombres. Por lo tanto, el tribunal administrativo de Estrasburgo deberá comprobar si, a la vista de los conocimientos médicos, científicos y epidemiológicos actuales, esos datos son fiables y siguen siendo pertinentes», señala. Así, siempre que se demuestre la fiabilidad de las estadísticas, la Justicia europea respalda la decisión basada en ellas para excluir de las donaciones a las personas que pueda considerarse que han pasado por situaciones de riesgo en el contagio de enfermedades.
Respecto a la discriminación por razones de orientación sexual que puede acarrear esta práctica en los Estados europeos, el Tribunal reconoce que la normativa en Francia «puede entrañar una discriminación en contra de las personas homosexuales de sexo masculino». Sin embargo, antepone a la discriminación que se garantice «un alto nivel de protección de la salud». No obstante, también reconoce que excluirles puede no respetar el principio de proporcionalidad.
En España, la decisión no sólo ha sorprendido e indignado a las asociaciones que defienden los derechos de los homosexuales – «Con esta decisión se estigmatiza aún más a los homosexuales y se fomenta la homofobia», subrayó ayer el presidente de Cogam, Jesús Grande– el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, tampoco comprende el dictamen europeo. Aunque este organismo no se ocupa de la donación de sangre, Matesanz afirma que «hace tiempo que este tipo de normas no tienen sentido. No les avala ningún estudio científico y es un sinsentido desde el punto de vista sanitario». En nuestro país nunca ha existido una norma que restrinja este derecho a los gais. Matesanz recuerda que «cuando arrancó la ONT se excluían los donantes que estaban en prisión por ser un grupo de riesgo elevado de transmitir virus, pero hace tiempo que no». Y es que «los procedimientos diagnósticos han mejorado mucho y ahora tampoco se excluyen a los hemofílicos». El nefrólogo es taxativo: «Sólo puede negar la donación si existen motivos categóricos fundados».
Como apuntan desde Cogam, «el tribunal europeo ha perdido la ocasión de obligar a los países ha modificar sus leyes».
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