Tráfico

Frenazo en carreteras secundarias para esta primavera

Interior insiste en que la decisión de subir la velocidad en autovías «no está tomada todavía»

La Razón
La RazónLa Razón

MADRID-Las cifras de siniestralidad en las carreteras han caído de forma notable en los últimos años, pero el número de fallecidos sigue siendo preocupante. Por ello, el Ministerio del Interior trabaja para intentar mantener esta línea descendente y sopesa variar los límites de velocidad en función del tipo y de las condiciones de la vía.

Una de las claves para la drástica reducción del número de fallecidos en las carreteras es el mayor uso de autovías, en detrimento de las carreteras secundarias. Sin embargo, estas últimas siguen registrando una alta siniestralidad. Ante esta realidad, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció ayer que su departamento trabaja en un nuevo código de circulación, que está en una fase «muy avanzada» y que podría entrar en vigor en la próxima primavera, que prevé la limitación con carácter general de la velocidad en las carreteras secundarias de 100 a 90 km/h de la velocidad. Además, esta reducción bajará hasta los 70 km/h en las vías con una anchura inferior o igual a los 6,5 metros.

En palabras del propio ministro, el objetivo «máximo y prioritario» de esta medida es garantizar la seguridad vial, siempre dentro del equilibrio entre seguridad y movilidad.

Fernández Díaz reconoció que también está en estudio la posibilidad de incrementar el máximo de 120 a 130 kilómetros por hora, pero matizó que «no puede ser uniforme», y no se implementaría hasta introducir esa monitorización mediante paneles.

Condicionantes

Antes de aprobar esta medida, aclaró que se deben tener en cuenta variables como el estado del asfalto, la densidad del tráfico o las condiciones climatológicas; de manera que el límite podría variar en función de esos condicionantes.

Las palabras del ministro fueron muy bien recibidas por la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal (Aesmele). Su presidenta, Mar Cogollos se felicitó por el anuncio de reducción de velocidad en las carreteras secundarias, aunque pidió que se siga trabajando en el mantenimiento de las vías secundarias y de los tramos de concentración de accidentes. En cambio, criticó la posibilidad de aumentar el límite en autopistas, ya que «cada kilómetro que sube la velocidad aumenta la posibilidad de sufrir un accidente con lesiones graves o mortales».

Por su parte, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) reclamó que se haga un «diagnóstico adecuado de las causas de la siniestralidad» y que «se armonice el tratamiento del asfalto en las carreteras de todas las comunidades autónomas». «Reducir la velocidad reduce la gravedad del accidente pero no lo evita», lamentó.

El presidente de AEA argumentó que los datos oficiales de siniestralidad de los últimos años dejan claro que la reducción de la velocidad no es la única medida necesaria: «En 2004, la velocidad media en las carreteras secundarias era de 86,3 km/h y perdieron la vida en accidentes 8.460 personas. Un año después, la velocidad media subió hasta los 87,4 km/h y, en cambio, el número de víctimas cayó hasta las 7.924». «Antes de abordar una modificación tan importante como ésta, se deberían evidenciar las causas de los siniestros, que en la mayoría de los casos no es una velocidad excesiva sino una velocidad inadecuada», dijo Arnaldo.