Polémica
Huesos a la venta: los antropólogos, alarmados por el aumento de la compraventa online de restos humanos
En España es ilegal poseer un hueso humano, aunque sea de un familiar, pero hay un mercado negro que crece en este ámbito
Por qué un hueso no debería convertirse en una mercancía. Parece una pregunta de perogrullo, pero se la hace y la responde seriamente Michelle Spear, una profesora de Anatomía de la Universidad de Bristol (Reino Unido), en un reciente artículo publicado en The Conversation.
En el texto, el especialista advierte que existe un mercado negro en línea que comercializa restos humanos y que está experimentando un significativo crecimiento. Pero, ¿por qué? ¿Quién querría hacerse con restos humanos? ¿Para qué?
Desde aficionados a la arqueología, coleccionistas, profesionales de medicina a aficionados a estéticas y ambientaciones góticas: cada vez es menos raro encontrar calaveras o esqueletos como motivos decorativos.
Lo preocupante es que muchos de esos restos humanos pasen a ser reales, como sin duda lo son incluso antiguas placas o tumbas que han sido extraídas de su lugar de origen para seguir la moda en plataformas sociales. Basta con teclear 'oddities' (rarezas, en inglés) en redes como Instagram o TikTok para descubrir una corriente en la que muchos usuarios presumen orgullosos de sus "colecciones".
Campaña en contra de este mercado negro
En España es absolutamente ilegal tener un resto humano en casa, ni siquiera de un familiar. En otros países la legislación es algo más vaga, lo que está haciendo que muchos aprovechen los vacíos regulatorios para aumentar su colección. Esto ha llevado a la Asociación Británica de Antropología Biológica y Osteoarqueología a emprender una campaña contra este tipo de "comercio", que no solo "explota a los muertos", también los "mercantiliza", denuncia Spear en su artículo.
"Esta tendencia es preocupante porque normaliza la propiedad de restos humanos y difumina la línea entre los objetos de estudio y los individuos humanos. Al estetizar la muerte, se corre el riesgo de erosionar las garantías éticas que antaño protegían a los muertos", continúa la antropóloga.
No es extraño encontrar este mercado negro operando en diversos ámbitos de la red; desde en grupos cerrados de plataformas como Facebook a los lugares más recónditos de la dark web. El gran problema no es solo el extractivismo colonialista que subraya la autora que se da en este proceso: es perseguirlo con una disparidad amplia de regulaciones que varían por cada país.
Casos conocidos
Sin ir más lejos, son conocidos casos de robo de yacimientos para revenderlos en Facebook. 500 dólares por un cráneo humano. Se han practicado incluso detenciones en Florida, donde una madre y una hija regentaban una tienda esotérica en la que, a través de internet, vendían calaveras, costillas y vértebras por precios que oscilaban los 30 y también los 500 dólares.
No es necesario ser un prestigioso antropólogo para intuir que una calavera a la venta en una tienda es de un ser humano de verdad. Las colecciones académicas suelen tener registros detallados. Sin embargo, una colección privada en la que no existan esos registros puede dar una señal de alerta.
Más allá de consideraciones legales, el debate se centra en el respeto y la dignidad de los difuntos. Convertir restos humanos en objetos decorativos implica reducir historias personales y memorias colectivas a meras mercancías. Las plataformas digitales, motivadas por beneficios económicos, contribuyen a la proliferación de este comercio, a menudo eludiendo sus propias normativas.