Reforma educativa

La columna vertebral de la calidad

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PRIMARIA: Un test para detectar a tiempo las dificultades en el aprendizaje

En esta primera etapa de estudios obligatoria, los alumnos tendrán que someterse a un examen al concluir 3º de Primaria (8 años) con el objetivo de detectar de manera precoz las posibles dificultades de aprendizaje de los estudiantes y así comprobar que todos adquieren los conocimientos necesarios a esa edad en Lengua y Matemáticas. Si no es así, la prueba permitirá a los docentes adoptar medidas «excepcionales» adaptadas para conseguir que el menor tenga el nivel adecuado. Una de estas iniciativas puede ser la repetición de curso.

Al concluir 6º de Primaria, los alumnos tendrán que hacer otra prueba de conocimientos, aunque no tendrá efectos académicos. Servirá para comprobar que se han cumplido los objetivos de la etapa y para orientar a los centros, a profesores y a padres.

Desaparece Educación para la Ciudadanía (se impartía en 5º o 6º de Primaria, dependiendo de cada comunidad autónoma). El tiempo de esta asignatura se utilizará para reforzar Matemáticas, Lengua e Inglés. Los contenidos de esta materia de la LOE se impartirán de forma transversal. Desaparece Conocimiento del Medio y se divide en dos materias: Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Sociales. Las TIC serán un recurso de apoyo en el aprendizaje y se reforzará el papel orientador del centro.

Secundaria: Cuarto de la ESO, un curso orientador hacia la FP o el Bachillerato

La Educación Secundaria es la etapa que sufre más modificaciones. La asignatura de Educación para la Ciudadanía (se impartía en 2º y 3º de la ESO y en 4º, con el nombre de Educación Ético- Cívica) se sustituye por Educación Cívica y Constitucional. Suprimen la asignatura de Conocimiento del Medio. La sustituyen Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Sociales. Se fijan más horas para las instrumentales –Ciencias, Lengua y Matemáticas– y buscan reducir el número de asignaturas por curso. Por otro lado, los itinerarios dirigidos hacia Bachillerato o FP se adelantan a 3º de la ESO (15 años) a través de optativas. En 4º, los menores tendrán que decantarse por dos itinerarios: enseñanzas aplicadas de iniciación a FP o enseñanzas académicas de iniciación a Bachillerato. Así, este curso se convierte en un puente que encamina hacia Bachillerato o FP y para conseguir graduarse deberán superar una evaluación final que será diferente en función de la vía escogida.No obstante, podrán presentarse a una, otra o ambas. La nota final de la ESO combinará la calificación media de las materias cursadas, ponderada al 70%, y la nota de la evaluación final, al 30%. Al examen podrán presentarse alumnos que hayan suspendido dos asignaturas como máximo y podrán repetir la prueba los que suspendan o quieran subir nota.

Bachillerato: Adiós a la Selectividad para que las universidades hagan pruebas propias

Esta última etapa durará dos años y verá reducido el número de vías alternativas de seis a cuatro: Ciencias, Humanidades, Ciencias Sociales y Artes. Se suprime la asignatura de Filosofía y Ciudadanía (equivalente a Educación para la Ciudadanía que se impartía en el primer curso), y Ciencias del Mundo Contemporáneo. También se elimina la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), conocida como Selectividad, y se sustituye por otra evaluación final que permitirá obtener el título de Bachiller tras superar todas las materias. La calificación final combinará la nota media ponderada de las notas de Bachillerato (60%) y la de la evaluación final (40%). Una vez superada la prueba, cada universidad puede realizar, si lo desea, un examen de entrada. El Gobierno pensó en un principio en la posibilidad de que el Bachillerato durase tres años, pero finalmente se ha implantado la solución de que 4º de la ESO se convierta en un curso de inicio a esta etapa educativa. En el curso académico 2011-2012 cursaban Bachillerato en España un total de 684.697 alumnos, un 2,2 por ciento más que el curso anterior. La crisis ha provocado que muchos alumnos continúen con sus estudios ante las escasas posibilidades de empleo.

Formación profesional: Desde los 15 años y adaptada a las necesidades del mercado

La Formación Profesional (FP) es una de las grandes preocupaciones del Gobierno, que ha puesto todo su empeño en mejorarla. A partir de ahora será mucho más práctica y, sobre todo, adaptada a las necesidades del mercado laboral. Con la próxima reforma se divide en dos niveles: la FP básica y la de grado medio y superior. La primera es la alternativa para los alumnos que no consiguen graduarse en ESO y aspiran a conseguir una cualificación profesional que les sirva para encontrar empleo. Con la anterior reforma se denominaba Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) y estaban matriculados más de 84.000 alumnos. Con la nueva norma pasará a denominarse FP Básica. La diferencia es que podrá cursarse antes, a los 15, y durará dos años (que serán obligatorios). Para que el alumno realice estos estudios deberán estar de acuerdo los padres y el equipo docente. El objetivo es que estos estudiantes continúen enganchándose a la FP de grado medio, a la que se podrá acceder sin examen. Una vez concluida, obtendrán un título educativo junto al certificado de profesionalidad. Además, los alumnos podrán obtener el título de ESO si se presentan a la prueba de Secundaria y la superan.

En la FP de Grado Medio y en la Superior tendrán más peso materias instrumentales como Lengua castellana, Lengua extranjera o Matemáticas, aunque adaptadas al campo o sector profesional. Contarán con materias optativas orientadas a facilitar al alumno la transición hacia otras enseñanzas. Los estudiantes de la FP de Grado Medio tampoco tendrán que someterse a un examen para acceder a la Superior.