África

Brote de ébola

«La Comunidad de Madrid quiere sacrificar a mi perro»

Imagen del perro publicada por la asociación
Imagen del perro publicada por la asociaciónlarazon

El marido de la auxiliar de enfermería contagiada con el virus del ébola ha denunciado en las redes sociales que la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid quiere sacrificar a su perro. J.L. envió un mensaje a la asociación protectora de animales Villa Pepa en el que explica que su mujer está infectada porque trató “de forma voluntaria a los dos pacientes contagiados que fueron repatriados a España”. En su misiva se refiere a Julio Zarco, director general de Atención al Paciente de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, y denuncia que Zarco “me ha dicho que tienen que sacrificar a mi perro. Así, sin más. Me pide mi consentimiento, a lo cual me he negado rotundamente. Dice que entonces pedirán una orden judicial para entrar por la fuerza en mi casa y sacrificarle”.

Asimismo, añade, “antes de venir al hospital le dejé varios cubos de agua, la bañera también con agua y un saco de pienso de 15 kilos para que tuviera comida y agua. También le deje la terraza abierta para que haga sus necesidades. Me parece injusto que por un error de ellos quieran solucionar esto por la vía rápida. Un perro no tiene por qué contagiar nada a una persona y al revés tampoco”.

Finalmente, añade, “si tanto les preocupa este problema creo que se pueden buscar otro tipo de soluciones alternativas, como por ejemplo poner al perro en cuarentena y observación como se ha hecho conmigo. ¿O acaso hay que sacrificarme a mí por si acaso?. Pero claro, un perro es más fácil, no importa tanto”.

Por su parte, el presidente del Consejo General de Veterinaria, Juan José Badiola, asegura que hasta el momento no hay ningún estudio que haya demostrado que el virus del ébola se pueda contagiar de seres humanos a perros. Badiola ha explicado a Europa Press que el único estudio que ha notificado la exposición de estos animales al virus se realizó en África como consecuencia de un brote en humanos. Tras analizar varias muestras de sangre canina se vio que había un pequeño porcentaje de perros que presentaron “reacciones inmunitarias” pero “ni desarrollaron la enfermedad ni fallecieron”.

“El hecho de que un número bajo de perros desarrollaran anticuerpos frente al virus quiere decir que el ébola estuvo en contacto con su sistema inmune, pero el estudio no constató que los humanos fueran el origen de la transmisión”, ha reconocido Badiola, que apunta a que estos animales podrían haberse expuesto al virus mediante el contacto con otros animales. De hecho, este experto ha recordado que por el momento lo único que se ha demostrado es la transmisión a humanos procedente de murciélagos, simios e incluso algún antílope.

En cualquier caso, y ante la posibilidad de que el perro de la enfermera pudiera contraer el virus, Badiola cree que el animal “en ningún caso se le puede dejar por la calle” y al menos debería ser aislado y desinfectado. “Puede estar contaminado de forma mecánica, lamen la piel, se acercan a la boca (...) habría que observarle y ser lavado para desinfectarlo”, según ha explicado, para luego ser analizado durante un tiempo e incluso tomarle muestras para ver si desarrolla anticuerpos como se observó en el estudio africano citado.

Y en el caso de optar por su sacrificio, advierte de que “no se puede hacer sin el consentimiento de su dueño “salvo que la autoridad sanitaria lo estipule como obligatorio”. Y una vez muerto, ha añadido Badiola, habría que “envolverlo muy bien con varias bolsas y llevarlo a un crematorio”.