Política penitenciaria
La mujer que quemó al violador de su hija obtendrá la libertad condicional en Navidad
María del Carmen García llevará una pulsera telemática para evitar dormir en prisión hasta que obtenga la libertad provisional.
María del Carmen García llevará una pulsera telemática para evitar dormir en prisión hasta que obtenga la libertad provisional.
Instituciones Penitenciarias colocará una pulsera telemática a María del Carmen García, la mujer condenada por matar en 2005 al violador de su hija en Benejúzar (Alicante), para tenerla controlada y evitar así que tenga que pernoctar a diario en la prisión de Fontcalent.
Así lo ha confirmado a Efe su abogado, Joaquín Galant, quien se ha entrevistado con funcionarios de la cárcel y espera que su clienta obtenga la libertad condicional antes de las próximas Navidades.
María del Carmen García cumple una condena de cinco años y medio de prisión por asesinar el 13 de junio de 2005, tras quemarlo vivo, a Antonio Cosme, un vecino de la localidad que había violado a su hija en 1998.
La juez de Vigilancia Penitenciaria de Villena (Alicante) le concedió el tercer grado el pasado 27 de octubre, en un auto que revocaba la negativa anterior de la Subdirección General de Tratamiento y Gestión Penitenciaria.
La mujer ha disfrutado en los últimos años de diversos permisos e inauguró su nuevo grado penitenciario, que implica un régimen de semilibertad, el pasado 20 de noviembre, días después de ser trasladada a otra cárcel de la provincia, la ubicada en la partida de Fontcalent.
Ese tercer grado le permite pasar los fines de semana en su casa y acudir únicamente a dormir al presidio los días laborales, entre otros beneficios.
Los responsables de la cárcel de Fontcalent han comunicado ahora a su abogado, Joaquín Galant, que ese régimen volverá a suavizarse como paso previo a la obtención de la libertad condicional.
"Mari Carmen saldrá de la prisión este viernes sobre las ocho de la mañana y no regresará hasta el lunes a las 21 horas".
"A la semana siguiente se le colocará una pulsera y, unos días más tarde, si todo va normal, le quitarán el control y le aplicarán la libertad condicional", ha explicado a Efe el propio letrado.
A partir de ese momento, solo deberá acudir a la cárcel para firmar dos veces al mes, medida que previsiblemente habrá de cumplir hasta agosto del próximo año, cuando acabará de cumplir la condena.
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