La tragedia fúnebre de la familia Bedoya

El faro de Meirás (La Coruña) es un punto clave de la vida de esta parroquia de unos 2.000 habitantes. «Es muy habitual que los familiares arrojen allí las cenizas de un ser querido. Lo hacemos todos», afirma a este diario Manuel Varela, dueño del restaurante A'Madeira, en Ferrol, y vecino de las tres personas que desaparecieron ayer, tras ser arrastradas por una ola cuando visitaban el lugar a causa del fuerte temporal. Juan Bedoya y Rodrigo Pena –su cuerpo fue localizado ayer por la Guardia Civil sobre la una y media de la mañana– son cuñados y habían acudido a la zona para enseñarles a sus hijas dónde habían arrojado, hace un mes, las cenizas del abuelo de las jóvenes. Mientras, en el coche, la mujer de Juan les aguardaba y pudo incluso presenciar cómo el mar se llevaba a su familia. «Yo también me acerqué a la zona, pero al ver el temporal volví», recuerda el restaurador, que asegura que ninguno de los dos trabajaban en el mar y no conocían sus peligros. El primero tenía una carnicería muy conocida en el pueblo, Embutidos Casa Félix, que regentaba junto a su esposa y que lleva más de 50 años abierta. Ayer, era ella la que atendía el negocio: «Es un momento muy difícil», respondía al otro lado del teléfono. Y es que la búsqueda, que se detuvo ayer por la noche por falta de luz, continúa porque al acantilado de más de 30 metros cayeron los cuñados junto a sus hijas, aunque la de Rodrigo, Noelia de 35 años, consiguió agarrarse a unas rocas y salvó su vida. «Ya le han dado el alta y ha vuelto a su casa junto a sus dos hermanos pequeños», comenta el vecino. Patricia, hija de Juan, sigue desaparecida. «Es muy joven y se casó hace sólo unos meses. Se trasladó a vivir a una casa cerca de su tía y trabajaba en un centro comercial de Ferrol, muy cerca de su residencia. «Estaban muy unidos y por Reyes habían quedado para intercambiarse los regalos».

Salvamento Marítimo prosigue hoy con la búsqueda. El alcalde de Valdoviño, José Antonio Vigo, ha decretado dos días de luto, aunque «los vecinos también queremos rendirles homenaje».

¿Por qué Norteamérica se muere de frío?

La provincia canadiense de Manitoba registró ayer -34 grados, aunque la sensación térmica bajaba hasta los -47. Y es que el vórtice polar que se ha instalado en EE UU y Canadá está superando récord históricos. Este fenómeno se produce en los dos polos y no es más que aire muy frío «encerrado» que se sitúa en la media y alta troposfera y en la estratosfera. Su densidad es la que permite que, normalmente, permanezca en los dos extremos de la Tierra.