Marina se casó en Ucrania dos meses antes de morir

Marina lo tenía claro. Ya no quería saber nada de Sergio Morate. Tras cinco años de noviazgo y de una relación difícil –sus compañeras de trabajo no la veían feliz con el joven de Cuenca– durante las Navidades de 2014 ella había dado el paso de dejar la relación. Como afirman fuentes cercanas a su familia, ella había retomado la relación con un antiguo amor de juventud en un viaje a su país natal, Ucrania, y apenas dos meses antes de su desaparición, junto a su amiga Laura, había dado el gran paso. El pasado 16 de junio se casó en una ceremonia multitudinaria cerca del puerto deportivo y a la que acudieron familiares tanto de ella, que tuvieron que desplazarse desde Cuenca, como de él.

Las imágenes a las que ha tenido acceso LA RAZÓN reflejan la felicidad con la que vivieron un día tan especial. Ella, vestida de blanco y con un séquito de niños vestidos de ángeles que esparcían pétalos de rosa en su camino al altar. Aparece cogida del brazo de su padre bajo la atenta mirada de su hermana Alina, acompañada de su marido y de su hijo. Su madre la esperaba sentada junto a los padres de su futuro esposo. Dos de sus amigas, vestidas de rojo, hicieron de damas de honor. En las fotos también aparecen momentos previos a la preparación del enlace en los que a ella se la ve emocionada, enseñando su vestido de novia. Marina irradiaba felicidad.

Fueron estos momentos de alegría y el paso que dio Marina lo que, de acuerdo con la investigación, pudo ser determinante para que su ex novio premeditara su muerte. Lo que apuntan estas mismas fuentes es que el presunto asesino no contaba con que su amiga Laura la acompañara a recoger sus cosas al apartamento que Morate tiene a las afueras de Cuenca, en la urbanización Ars Natura, donde se localizó un día después el coche de Laura donde se había dejado tanto el móvil como la medicación que tomaba para combatir un problema cardiaco que padecía.

Las labores de investigación en Rumanía continúan para esclarecer si Morate viajó a este país europeo sólo o acompañado. Según fuentes de la investigación, todo hace pensar que lo hizo sin ayuda porque allí tenía contactos, después de haber pasado por la cárcel en España, en la que estuvo más de un año. Le esperaba su amigo Istvan, el que le ofreció un apartamento de su propiedad para refugiarse. La Policía rumana y la española colaboran para contrastar datos de la investigación. Los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta que aterrizaron ayer en Rumanía van poco a poco juntando todas las piezas del caso para esclarecer lo que el pasado martes el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, definió como «lagunas» dentro de la investigación. Una de ellas es saber el itinerario exacto que realizó Morate desde que cometiera presuntamente el doble crimen. Una de las certezas con las que cuenta la Policía es que el joven abandonó España por el paso fronterizo de Portbou (Gerona). En las imágenes que se difundieron del vehículo se podía ver la matrícula 1062 CPF, pero a su llegada a Rumanía las placas ya no estaban. El joven las debió de retirar voluntariamente para evitar su identificación y así reforzar la idea que mantienen los agentes de que su viaje a Rumanía era una huida.