Sociedad
Microcámaras en la mirilla e inhibidores, últimas técnicas de los ladrones de domicilios
Están comenzando a utilizarse minicámaras que se colocan en la mirilla y permiten controlar los movimientos de la casa
Junto a estos innovadores métodos se encuentran otros más tradicionales, como el resbalón, el «bumping» o el ganzuado.
Las tendencias más recientes entre los cacos a la hora de intentar acceder a domicilios o negocios son el uso de inhibidores de frecuencia y la instalación de microcámaras en las mirillas. Los ladrones cada vez utilizan más la tecnología, según constata en un informe Securitas Direct.
Los inhibidores bloquean el ancho de banda GSM y radio, y de esa manera inutilizan los móviles y también las alarmas, que utilizan la misma red de comunicación. Por su parte, están comenzando a utilizarse minicámaras que se colocan en la mirilla y permiten controlar los movimientos de la casa. Este sistema tiene otra variante, que consiste en desenroscar la mirilla e introducir una cámara extensible para ver qué hay en el interior de la vivienda y cómo es la cerradura. Se trata de procedimientos que ponen en práctica bandas itinerantes, que suelen buscar casas vacías.
Junto a estos innovadores métodos se encuentran otros más tradicionales, como el resbalón, que consiste en abrir la cerradura con una radiografía —o utensilio similar— si no se ha cerrado la puerta con vuelta de llave; el bumping, un golpe seco con un martillo a una llave que se ha introducido previamente en la cerradura y que hace saltar la misma; o el ganzuado, que se trata de la manipulación de los sistemas internos de bloqueo del bombín mediante una ganzúa, entre otros.
Rejas, puertas blindadas y alarmas son los sistemas más utilizados a la hora de proteger una vivienda o un comercio. Pero la principal prevención es la prudencia. José Ignacio Jiménez, director de Relaciones Institucionales de Securitas Direct, recomienda no ponérselo fácil al intruso: “Evitar el robo al descuido es importantísimo: es muy importante cerrar con vuelta de llave y, por supuesto, no dejar ventanas abiertas o la puerta mal cerrada. El robo al descuido es el más habitual, y es el tipo de acción que llevan a cabo los ladrones tradicionales”. Además, “conviene tener cuidado con los falsos servicios técnicos y funcionarios, especialmente si en el hogar se hallan personas mayores, que son las más vulnerables”, añade el portavoz de Securitas Direct.
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