Los cortes de agua y luz dejan a los vecinos sin casa

En las urbanizaciones de Gandía afectadas por el fuego se vivieron momentos dramáticos cuando se comprobó el estado en el que quedaron las viviendas

El fuego que se desató el lunes en la localidad valenciana de Llutxent se dio ayer por estabilizado. Ayudaron las condiciones meteorológicas favorables que se dieron en la noche del jueves y que, afortunadamente, persistieron ayer. La bajada de las temperaturas y las lluvias ayudaron al éxito de las tareas de extinción, de modo que los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) allí desplegados pudieron retirarse por la mañana.

Por la tarde, un centenar de personas , dos medios áreos y 24 vehículos continuaron trabajando para dar finalmente por controlado el incendio.

En total se han quemado 3.270 hectáreas: 210 en Llutxent, 965,1 en Gandia, 827,4 en Pinet, 179,3 en Ador, 71,9 en Barx, 14,5 en Quatretonda y 1,7 en Rótova, según el último cálculo facilitado por el Centro de Coordinación de Emergencias. En las urganizaciones Montepino, Montesol y Las Cumbres de Gandía –la población más afectada por las llamas y donde el fuego afectó a unas 40 viviendas– se vivieron aye momentos dramáticos. Por la tarde, los vecinos pudieron acceder a sus casas para comprobar el estado en el que habían quedado. No obstante, no podrán habitarlas hasta la semana que viene, pues el suministro de agua y luz está cortado.

El primer contacto con sus hogares lo realizaron acompañados por un miembro de la Policía Local, una psicóloga de Cruz Roja y un arquitecto, en el marco de una operativa iniciada por el Ayuntamiento con la autorización del Punto de Mando Avanzado del Cecopal (Centro de Cooperación Operativo de Emergencias Locales).

Mientras tanto, el Gobierno valenciano y el Ejecutivo estatal negocian la cantidad que destinarán a la reconstrucción de estas viviendas. Lo que afirmaron es que priorizarán las ayudas a las primeras residencias. Por su parte, la Consejería valenciana de Medio Ambiente prepara una declaración de emergencia para prevenir la erosión.