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Los mensajes de Torbe: «A una chica le daré mil euros y a otra 700. Déjame explicarte cómo es esto»
LA RAZÓN accede a los whatsapp que se intercambiaron Torbe y la testigo protegida antes de que ella le denunciara.
LA RAZÓN accede a los whatsapp que se intercambiaron Torbe y la testigo protegida antes de que ella le denunciara.
Día: 28 de octubre de 2015. Hora: 00:36. La TP2 manda un whatsapp a Ignacio Allende, alias Torbe: «La próxima escena me gustaría hacerla con una chica. Querría que fuera con consoladores y jueguecitos». Éste es uno de las docenas de whatsapp que se intercambiaron antes de que ella le denunciara y que constan en un informe policial al que LA RAZÓN ha tenido acceso en exclusiva.
La TP2 conoció a Torbe a través de una web de vídeos porno cuando le faltaban dos meses para la mayoría de edad. Según relató ella ante el juez, rellenó un formulario y envió al productor un par de fotos por mail. En esas imágenes posaba desnuda, aunque cortó su cara para que no se la reconociera. La página advierte que es necesario ser mayor de edad para trabajar en ese mundo. Además, las candidatas deben rellenar un formulario en el que hay una casilla con su edad. «No leí lo que ponía en la página, ni que pusiese que había que ser mayor de edad. Mandé las fotos y ya está», se excusó en su declaración judicial. «Ya, pero en el correo que envía usted dice que es mayor de edad», le espeta la defensa. «No, yo no dije eso», niega la presunta víctima.
Sea como fuere, tras rellenar el formulario, la TP2 comienza a recibir llamadas desde la oficina de Torbe, pero no coge el teléfono. Finalmente, la secretaria del productor porno le escribe el siguiente mensaje: «Hola. Nos gustaría que hicieses escenas con nosotros y que ganases mucho dinero, pero si no podemos hablar contigo, no sé cómo hacerlo. Si el problema es que no quieres rodar con Torbe, no ruedas con él, pero por favor déjanos hablar contigo porque podrías ganar mucho dinero». La joven responde: «Es que tengo miedo a ser reconocida y para tirarme a un tío de buenas a primeras me tiene que poner físicamente».
La conversación continúa al día siguiente. Esta vez es el propio Ignacio Allende el que le escribe.
–Torbe: Holaaaa. Al final qué pasa, ¿que te has echado atrás? Si puedes rodar sin que se te reconozca, jajaja, ¿qué problema hay? (...) Si quieres vente un día y lo hablamos.
–TP2: Por mí no hay problema, pero no tengo medios para ir.
–Torbe: Pilla un metro al centro que luego te lo pago yo y me dices la calle y mando un taxi. Piensa que puedes ganar dinero aquí, y a salvo de que te reconozcan. A una chica este fin de semana le voy a dar 1.000 euros y a otra 700. Déjame explicarte al menos en persona un poco cómo es esto y no te arrepentirás.
–TP2: Más que nada lo hago por dinero, porque la verdad, vivir sola y eso, está jodido (...). No te niego que un poco de morbo sí tiene.
–Torbe: Jeje. Sí. Lo bueno es que podrás elegir al chico que quieras y hacer lo que te dé la gana.
La TP2 le explica que en su pueblo no hay trenes de Renfe y que no tiene forma de llegar. Torbe le dice que le manda un taxi, pero que como vive lejos será muy caro.
–TP2: Me lo descuentas de una escena. No me importa.
–Torbe: ¿Seguro?
–TP2: Síí (...)
–Torbe: Entonces, ¿estás dispuesta a hacer una escena ahora? Y así te descuento ese dinero.
–TP2: Sí, pero si te la quedas para ti (...) Estoy un poco nerviosa.
–Torbe: No pasa nada. No haremos nada que tú no quieras.
–TP2: Vale. (...) ¿Cuánto puedo llevarme hoy?
–Torbe: 200 euros para empezar, menos 65 del taxi. Aunque podría hablar con un amigo mío para que te vaya a buscar (...).
–TP2: Ya estamos en camino.
En su declaración judicial, la presunta víctima, entre lloros, contó una versión opuesta. Aseguró que después de rellenar el cuestionario y enviar las fotos por internet, recibió una llamada de Torbe: «Me dijo que quería una cita conmigo. Me ofreció 200 euros. Yo sólo fui porque estaba arrepentida y quería recuperar las fotos desnuda que le mandé. Sólo íbamos a hablar. Al llegar a su casa le dije que quería que las borrase. Él me respondió que las riendas las llevaba él y que no pensaba eliminarlas. Que tenía que hacer lo que él me ordenase. Entonces me explicó que íbamos a grabar un vídeo. La escena duró unos diez minutos». Este relato dibuja a una joven forzada a mantener relaciones en contra de su voluntad. Sin embargo, los mensajes que ella escribió aquella noche contradicen la versión.
–TP2: La próxima escena me gustaría hacerla con una chica.
–Torbe: Ok.
La primera entrevista tras siete meses en prisión
Es la primera entrevista que Torbe concede desde que el pasado abril ingresara en prisión. La emitirá hoy íntegra el programa «Espejo Público» de Antena 3. A continuación reproducimos un extracto:
–¿Eres inocente de todo?
–No te quepa ninguna duda.
–Blanqueo, banda criminal...
–... abuso de menores, pornografía infantil...
–¿Y cómo puede ser que la Testigo Protegida (TP2) mienta, que la TP3 mienta...?
–Porque lo ponéis a huevo para las que quieren chupar cámara y ser famositas.
–Ella habla de que iba drogada. Y que tú la drogaste. Que le pusiste algo en el agua...
–No sé de dónde saca eso. Yo, a lo que la invité, es a una coca-cola. Eso en principio. Estamos en su verdad contra la mía. Ella mandó desde su móvil un DNI falso de otra chica que tenía 18 años a mi secretario. Por eso yo no entendía nada. No entendí por qué me habían detenido, por qué estaba en la cárcel. A mí me habían engañado. Yo las noticias que veía en televisión eran: «Torbe, acusado de hacer pornografía infantil». Una barbaridad loca. ¡Pornografía infantil! Que la palabra infantil lleva una connotación que puede ser una niña, un infante... que puede oscilar entre 8 y 12 años. Y la chica con la que pasó todo esto, que fue sólo una, tenía 17 años y 10 meses.
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