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92.845. El décimo que no le tocó a Teresa Romero
Aunque cayó una pizca en Becerreá, la auxiliar de enfermería que se curó del ébola eligió otro: el 35.416
A Teresa Romero ya le sonrió la suerte cuando logró curarse del ébola y se convirtió así en la primera persona de Europa que vencía a este virus. Pero como no hay dos sin tres, la auxiliar de enfermería decidió probar a la suerte y hacerse con varios décimos de la Lotería de Navidad en el pueblo en el que vive su madre: Becerreá, en la provincia de Lugo.
«Teresiña eligió un número y repartió varios décimos entre sus familiares», relató ayer a este periódico una persona próxima a su entorno familiar. «Terminaba en 6, pero no ha habido suerte», añadió.
Una información que confirmaron desde el bar Noso, donde se vendió una «pizca» del segundo premio a través de una terminal. Es la «administración» de loterías de Becerreá. «Teresa se llevó varios décimos del 35.416», afirmaron ayer desde el local.
«La gente, al saber que Teresa Romero llevaba ese número, nos pedía el mismo, así que unos cuántos vecinos del pueblo lo llevábamos». «Pensábamos que por todo lo mal que lo había pasado Teresa Romero, la suerte le iba a sonreír y por eso estábamos convencidos de que nos iba a tocar al comprar el mismo número que ella», explicaron.
«Al haberse sacado el número a través del terminal no sabemos a quién le ha tocado (0,1 series vendieron según Lotería Nacional), pero es una alegría haberlo dado y quién sabe, quizá haya más suerte con El Niño», explicaron desde el local. Una suerte que ya sonrió recientemente en este bar: «Hace dos años dimos el premio en Reyes», aseguraron.
Como curiosidad, el bar Noso, que repartió la fortuna entre algún que otro vecino de Becerreá, está situado en la calle Carlos III. Precisamente el nombre del hospital madrileño en el que la auxiliar de enfermería se contagió y después se curó del virus del Ébola.
Sesenta series, vendidas en L'Hospitalet
Unas sesenta series del número 92.845, premiado hoy con el segundo premio de la lotería de Navidad, han sido vendidas en la administración de lotería de la Rambla Just Oliveres de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), que habría repartido más de 75 millones de euros. Muchos décimos de este número también han sido vendidos a través de terminales en Barcelona, Girona, Barberà del Vallés (Barcelona), Mataró (Barcelona), Santa Susanna (Barcelona), Igualada (Barcelona), Gavà (Barcelona), Esplugues de Llobregat (Barcelona), Ripollet (Barcelona), Sant Andreu de la Barca (Barcelona) y Lloret de Mar (Girona).
El encargado de la administración de lotería número 36 de L'Hospitalet de Llobregat, Manuel Guirao, ha explicado a Efe que la mayoría de los décimos premiados han ido a parar a la localidad de Gavà (Barcelona), donde se habrían vendido en un bar del cual desconoce el nombre pero que él identifica como 'la Maña', y también se ha vendido en ventanilla.
"Tanto en la zona del bar como en el barrio de la Rambla Just Oliveres de L'Hospitalet de Llobregat, donde estamos, habrá ido a personas necesitadas, en paro", ha vaticinado el encargado, emocionado por ser ésta la primera vez que su administración da un premio grande de la Lotería de Navidad.
"Somos una oficina joven, con sólo 14 años de existencia", ha explicado Manuel Guirao, que no pierde la esperanza de poder dar algún otro premio grande.
La celebración se desborda en un bar de Gavà
Decenas de afortunados celebran en Gavà la consecución de una parte del segundo premio de la lotería de Navidad desde que los niños de San Ildefonso han cantado el premio.
El bar Tresols de Gavà, en el número 89 de la calle del mismo nombre, ha repartido parte del 92.845, premiado con el segundo premio y que ha vendido la administración número 36 de L'Hospitalet.
El propietario del bar, Santi Noguera, que se quedó con dos décimos que hoy han resultado premiados, ha explicado que "cada año compro la lotería a la madre de la lotera de L'Hospitalet"y ha apuntado que "elegí el número de entre una decena porque tenía una corazonada".
Noguera ha dicho que cogió 150 décimos de lotería y devolvió 8 que no había vendido.
El responsable del bar ha comentado que "llevo dos números premiados, porque estaría bueno venderlo y no quedarme con ninguno", y ha avanzado que "lo primero que voy a hacer con el dinero es quitarme la hipoteca y trabajar de manera más tranquila".
Un lotero de Luque, premiado
Miguel Molina Baena, dueño de la administración número 1 de Luque (Córdoba), ha resultado ganador del segundo premio de la lotería de Navidad con dos décimos que compró ayer por la noche en un terminal de su propio establecimiento. Molina ha explicado a Efe que ayer mismo, justo antes de cerrar su establecimiento, optó por comprar "un último numerito automático", y resultó ser el 92.845, y como le gustó, decidió "echar"otro décimo más.
"Y me ha tocado solamente a mí", ha afirmado envuelto en felicidad el lotero, que ha ganado 250.000 euros con esos dos décimos que compró anoche.
Así que Molina está celebrándolo con sus vecinos y ha montado "una fiesta"en su administración en la que hoy no van faltar "jamón, queso y cervezas".
"Ya que no lo hemos dado, voy a invitar a los clientes", señalaba este lotero, uno de los que ha vendido -en este caso a sí mismo- el número 92.845, que en Córdoba también ha caído en los municipios de Cabra, Nueva Carteya, y en la capital, en la administración de lotería de Carrefour Zahira, que hoy ha vendido también un cuarto premio.
En esta administración, aún desconocen cuántos décimos se han vendido porque, al igual que en Luque, se han adquirido por terminal, según ha informado el hijo de la dueña, Rafael Villarubia, que ha indicado que esta mañana ha llamado uno de los premiados, aunque aún no se ha pasado por la administración.
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