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Mónica García, en la picota

La profesión médica, en pie de guerra: "Iremos a la huelga si es necesario"

La tensión con Sanidad sigue escalando. Los facultativos piden un Estatuto propio que recoja su singularidad, algo que el Ministerio no contempla

Mónica García resalta el "buen tono" con sindicatos para renovar un Estatuto Marco que "recoja a todas las categorías" EUROPAPRESS

El hartazgo y la indignación de la profesión médica contra la Administración ha llegado a su punto más álgido desde hace mucho tiempo.

Las modificaciones incluidas en el borrador del Anteproyecto para "reformar" el Estatuto marco del personal sanitario del Sistema Nacional de Salud (SNS) por parte del Ministerio de Sanidad (y la ausencia de ellas en temas muy sensibles para los facultativos) han conseguido que todos los sindicatos médicos y asociaciones profesionales de España se pongan en pie de guerra con un objetivo común: el de decir basta.

"El texto que ha elaborado el Ministerio, tal y como está, es un ataque directo a la profesión, ya que deja completamente desasistido al médico en lo respectivo a jornada laboral, reclasificación profesional y al régimen de incompatibilidad, cuestiones que, en el caso de las dos primeras, durante el largo proceso de reuniones de trabajo para debatir y recoger aportaciones de los representantes sindicales, se han dejado de lado sin ser sometidas a ningún tipo de negociación".

Así lo explica el conjunto de la profesión médica en un manifiesto presentado ayer por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que engloba a los de 14 comunidades autónomas más los territorios dependientes de Ingesa, junto a otras 10 de las organizaciones sindicales y profesionales más representativas en el territorio nacional.

Con una sola voz, han advertido al ministerio de Mónica García de que iniciaran "movilizaciones y medidas de confrontación en busca de lo que reclamamos: un estatuto específico del médico que nos reconozca como profesión y nos valore de modo adecuado".

"La profesión entera, desde los estudiantes de Medicina hasta el más experimentado Jefe de Servicio de hospital, pasando por el residente de primer año, han recibido este texto con la indignación que supone ver plasmado lo poco que te cuida el sistema sanitario y el desprecio hacia el esfuerzo que ha supuesto llegar hasta ahí. Un desprecio que decepciona aún más al proceder de un ministerio que dirige una persona que conoce sobradamente la profesión", señala el documento.

Además, aclaran que la profesión no pide un estatuto propio por que crean que "merecen privilegios" sobre el resto de los trabajadores, sino porque están hartos de discriminaciones.

"Somos la única profesión que tiene una jornada excepcional, que no computa para nada, que se cobra por debajo de la ordinaria y que es obligatoria", ha explicado Ángela Hernández, secretaria general de Amyts. "Nos han mantenido callados durante mucho tiempo con lo de que éramos unos clasistas o unos privilegiados. Ese discurso tiene que acabar. Otras categorías se han organizado para defender sus condiciones laborales y parece que los médicos tenemos que avergonzar de ello", ha añadido.

Sin embargo, Mónica García dejó claro el miércoles, en la reunión de la mesa del Ámbito, que "no contemplaba un estatuto marco sólo para médicos".

No se levantarán de la mesa

Pese a ello, los médicos han asegurado que no se levantarán de la mesa de negociación, pero sí tomarán las medidas oportunas para conseguir lo que consideran legítimo.

"No tenemos ningún pudor en hablar de huelga, y no es una declaración espuria", ha asegurado Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico Andaluz. "No es la primera opción, obviamente, pero lo haremos si procede. Este ataque no puede quedar sin respuesta. Que se entere la sociedad y que se entere la ministra".

Lo que les ha llevado a este punto de no retorno es la constatación de que, pese a las promesas de la ministra de que se iba a reformar un Estatuto "obsoleto" y "arcaico" para fidelizar a los facultativos del SNS, a 2 años de difíciles negociaciones y a los esfuerzos del colectivo (pandemia mediante) por seguir adelante pese a carecer de "condiciones de ejercicio dignas", el resultado supone "un paso atrás respecto al texto actual vigente, que ya generaba problemas".

No es complicado imaginar las consecuencias de una crisis así, que comience con movilizaciones pero pueda ir escalando, en un contexto como el actual, en el que se calcula un déficit de aproximadamente 9.500 médicos en la sanidad pública.

Sin embargo, Sanidad se ha empeñado en que la mejor forma de solucionar este problema es obligar a los médicos, tanto a los que tienen puestos de responsabilidad (jefes de servicio y/o de sección) como a los que acaban de terminar su formación especializada, a tener dedicación exclusiva a un sistema que consideran que les maltrata. Una decisión que solo conseguirá motivar la fuga de facultativos a la sanidad privada.

"No faltan médicos en España; faltan médicos que quieran trabajar en el SNS", aclaró el presidente de la CESM, Miguel Lázaro.