Mascotas

¿Cuántas palabras entienden los perros?

El lenguaje corporal es lo más importante para que un can pueda entender un nuevo concepto

¿Cuántas palabras entienden los perros?
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El lenguaje corporal es lo más importante para que un can pueda entender un nuevo concepto.

La mayoría de personas que conviven con una mascota en casa les hablan y les tratan como uno más de la familia. Y sí, en el caso de los perros es así, éstos entienden a sus dueños. Se evidencia no sólo con la respuesta del can, también hay estudios científicos que lo confirman. Según una investigación realizada en la Universidad de Columbia Británica en Vancouver (Canadá) liderado por Stanley Coren, los perros no sólo pueden «entender» cuando les hablan, sino que son capaces de distinguir más de 160 palabras. Estos vocablos no están determinados, los canes pueden entender cualquier concepto. «Cuando queremos enseñar algo a un perro, lo importante son los gestos», afirma Arsenio Menchero Sánchez, adiestrador de perros y director del Centro Canino Integral CCAM99, localizado en Brunete (Madrid).

Sin embargo, el especialista señala que «los perros no hablan y las personas tienen una obsesión por hablar». De esta forma explica que los canes sólo entenderán un concepto cuando «los comandos estén cargados de significación». La significación de una palabra para los canes se crea con el lenguaje corporal. Así, «cuando queremos enseñar a un perro, lo importante son los gestos», ya sea un concepto o una acción, afirma Arsenio Menchero. Por otra parte, «en el mundo animal no hay órdenes», indica el especialista; por ello, el can no percibirá una orden o un mandato como tal. Por ello insiste en que el mejor método de enseñar a un perro es usar las palabras acompañadas de un gesto. «Primero se realiza un movimiento y posteriormente se etiqueta, así se crean las palabras». Menchero ejemplifica el aprendizaje de palabras en el perro. «El animal no entenderá vaso como tal, pero si a la vez de decir la palabra “vaso” se acompaña con la acción o el gesto de tocar el vaso, el perro entenderá el concepto». Para enseñar a un perro hay distintas formas de adiestramiento. En sus años de experiencia Arsenio explica a LA RAZÓN que «gracias a señales sonoras o visuales he llegado a enseñar hasta 50 conceptos y los canes los han aprendido de forma muy rápida todos ellos». Lo importante es crear el significado, algo que los propietarios de las mascotas no lo hacen de forma correcta. «Las personas mandan demasiadas ordenes a los perros; sin embargo, ellos no entienden nada».

Cuando un can entiende los conceptos puede llegar a resolver problemas muy complejos. Stanley Coren, en su estudio, distingue tres tipos de inteligencia canina: la instintiva, la adaptativa y la de trabajo y obediencia. Así, señala que «los canes tienen unas habilidades próximas a las de un niño de dos años (aprenden alrededor de 10 palabras al día)»; por ello, pueden contar hasta tres y cuatro, realizar sumas sencillas e incluso engañar a otros perros, entre otras acciones. Coren también identifica seis grupos de razas en función de la inteligencia funcional y de obeciencia del can. La diferencia entre ellas es el número de repeticiones del ejercicio para que un perro pueda entender un concepto.

Por ejemplo, en el primer grupo, razas como la Border Collie necesatarían menos de cinco repeticiones para lograr el aprendizaje. En cambio, en el último conjunto, razas como el Pequinés o Chow Chow precisan de 30 o 40 repeticiones para mostrar síntomas de entendimiento. Dos border collies, llamados Rico y Besty, lo demostraron en el Instituto alemán Max Planck cuando los investigadores trataron de averiguar si las habilidades humanas eran parecidas a la de los canes. Y, efectivamente, los perros al igual que seres humanos, usan símbolos para representar. «Los investigadores enseñaron al can una serie de fotografías de juguetes que se localizaban en una habitación; posteriormente le señalaron una e instaron a que fuera a buscar el juguete que aparecía en la imagen. Ante este experimento el perro respondió de forma favorable, cogiendo el juguete pertinente». Con este ejemplo, los investigadores alemanes corroboraron «la importancia de la significación en el aprendizaje de los canes» que explica el adiestrador Arsenio.