Medio Ambiente
El lince ibérico, de en peligro crítico a en peligro; de 94 ejemplares a 327
La Junta de Andalucía liberará en agosto dos ejemplares de lince ibérico, uno en Córdoba y otro en Jaén, un felino declarado en 2002 "en peligro crítico"de extinción y que ya ha pasado a la catalogación de "en peligro", pues de los 94 censados en la Península en 2002, todos en Andalucía, se ha pasado a 327 en 2014.
El delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Jaén, Sebastián Quirós, ha reconocido el éxito que ha supuesto el Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Andalucía gracias a las medidas que se han ido impulsando desde los primeros años de este siglo, primero con financiación de la Junta de Andalucía y luego con fondos europeos incluidos en tres proyectos del programa Life Naturaleza.
Pese a la mejora cuantitativa y cualitativa experimentada en la labor de conservación de la población del lince ibérico, todavía hoy quedan retos por superar y desafíos por conseguir para consolidar esta especie, que tiene como principales problemas la escasez de conejo silvestre y su muerte por atropello.
El lince ibérico fue declarado en 2002 por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) "en peligro crítico"de extinción, pues por esa fecha había censados en la Península Ibérica sólo dos poblaciones linceras, las dos en Andalucía, una en Andújar-Cardeña, la más numerosa, y otra en Doñana-Aljarafe.
Pese a la evolución más que positiva de esta especie todavía en peligro de extinción se hace necesaria paliar la muerte de conejos de monte por enfermedades víricas, circunstancia que pone en peligro y amenaza también la supervivencia del lince por cuanto disminuye su capacidad reproductora e influye en la pérdida de los cachorros, al tiempo que la disminución de conejos hace que el felino tenga que ampliar la superficie de campeo con el consiguiente riesgo de atropello.
Para contrarrestar esta situación se elaboró un plan de choque de alimentación suplementaria de hembras con cachorros, se ha realizado un plan de repoblaciones de conejos silvestres e incluso se han trasladado linces jóvenes desde las zonas con menos conejos a otras con mayor densidad, sin olvidar que todavía es necesario potenciar la concienciación social que erradique el furtivismo.
El éxito de este programa de recuperación del lince ibérico, en el que se han invertido más de 72 millones de euros desde que se pusieran en marcha los proyectos de conservación del lince ibérico, ha propiciado además que se haya reintroducido en nuevas áreas entre los años 2009 y 2011, como en la jiennense de Guarrizas y en la cordobesa de Guadalmellato, ambas conectadas con la zona mayoritaria que conforman Andújar y Cardeña, en Sierra Morena.
La eficacia de este plan de conservación ha sido el detonante para iniciar la reintroducción del lince en nuevas zonas de la Península Ibérica, como en Portugal, en Extremadura y en dos áreas de Castilla La Mancha a través del programa Life Iberlince, que tiene una vigencia hasta finales del año 2017.
La mayor parte de los linces ibéricos censados se encuentran en los Parques Naturales de Andújar (Jaén) y de Cardeña (Córdoba), en los que la población alcanzaba en 2014 un total de 161 ejemplares frente a los 53 de 2002, mientras que en la zona de Guadalmellato se contabilizaban 45; 41 en Guarrizas y 80 en Doñana-Aljarafe, lo que daba un cómputo total de 327 ejemplares en el pasado año, 97 de los cuales son hembras y 71 cachorros.
Una población que podría ser incluso mayor de no haberse producido las 33 muertes contabilizadas el pasado 2014, 26 de las cuales se registraron en la zona de Sierra Morena y siete en Doñana, más de la mitad (64 %) causadas por atropellos, otras por furtivismo y otras por causas no determinadas.
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