Mascotas

Llega el calor y algunos gatos se van al balneario

Una colonia de mininos de Archena, en busca de una nueva vida y una familia que los quiera

Leo, uno de los gatitos que ha conseguido encontrar un nuevo hogar ayudado por S.O.S Gatos Murcia
Leo, uno de los gatitos que ha conseguido encontrar un nuevo hogar ayudado por S.O.S Gatos Murcialarazon

Una colonia de mininos de Archena, en busca de una nueva vida y una familia que los quiera

La idea puede parecer descabellada pero, a decir verdad, tiene mucho más que ver con la solidaridad que con la extravagancia. En el Balneario de Archena (Murcia) se ha creado una colonia de gatos para mejorar la calidad de vida de los minimos que se encuentran en la calle y ayudarles en la búsqueda de un nuevo hogar. Todo ellos gracias al esfuerzo de sus trabajadores, la asociación S.O.S Gatos Murcia y la Clínica Veterinaria Valle de Ricote.

Los gatos han estado en la zona adyacente al balneario durante mucho tiempo «y tanto clientes como habitantes de Archena les daban de comer en diferentes sitios, sin control de espacios ni cantidades. Por lo que decidimos, entre los empleados y la dirección, crear una colonia para resolver esta situación», asegura Alfonso Vilaseca, director de Márketing del balneario.

Desde que hace tres años surgiera esta iniciativa, en torno a 70 gatos han encontrado un nuevo hogar y más de un tercio de ellos han sido adoptados por clientes que decidieron que sus días de relax acabaran con un nuevo miembro en el hogar. Natalya y Balduino, empleados del balneario, son los artífices de que todo esto comenzase a andar en octubre de 2013. Los inicios fueron muy duros, como recuerda Natalya, «teníamos muchas camadas, muchos gatos enfermos. Había que darles antibióticos a ciertas horas, así que me pasaba aquí todo el día... y muchísimas noches. Como no tenía coche me tenía que venir andando de madrugada hasta aquí».

Tanto para ella como para su compañero ha sido una experiencia absolutamente gratificante. «Hemos visto la evolución de muchos de ellos y ha sido impresionante». Reconocen que el mérito no es individual sino que se debe al esfuerzo de muchas personas, entre ellas los veterinarios de la Clínica Valle de Ricote, «que siempre ponen facilidades», S.O.S Gatos Murcia, «que se encargan de ayudarnos con los gatos y buscarles familia» y, por supuesto, también sus clientes, que «nos apoyan económicamente a través de las tres huchas destinadas a los gatos que hay en el balneario».

Además, en el balneario tienen un almacén para guardar la comida de los minimos y en el futuro esperan poder crear «una gatoteca para que jueguen en verano con los niños». Sin embargo, como advierte Natalya, la capacidad del balneario es limitada y ellos no pueden acoger un gran número de gatos, por lo que piden a los habitantes «concienciación y respeto. Que, por favor, no abandonen a los gatos».

María José Fajardo es la presidenta de S.O.S Gatos Murcia. El objetivo de la asociación, creada hace tres años y capitaneada por seis voluntarios, es ni más ni menos que «sacar a los gatos de la calle». Su esfuerzo ha dado sus frutos y ya han logrado que 400 gatos, antes sin hogar, disfruten de la compañía de una nueva familia humana. Una parte importante de ese número corresponde a gatos que antes vivían en el balneario de Archena. Alemania es uno de los lugares donde más gatos han acogido, de hecho, casi el 30% ha ido a parar allí. Esto se debe a que tal y como cuenta Fajardo, «aquí en España es mucho más difícil que se adopten gatos mayores de seis meses, gatos con discapacidad... Allí eso no sucede, pueden acoger a gatos de 12 o 13 años o a gatitos enfermos».

Desde S.O.S Murcia ayudan a mantener la colonia del balneario de Archena mediante tratamientos de esterilización, vacunación y desparasitación. «Hay una colonia muy grande y nosotros siempre intentamos ayudar en todo lo que podemos. El balneario está al lado de un río, hay gatos que son “fijos” y otros que bajan allí para comer o beber, ya que hay zonas habilitadas».

Para la mayoría de los clientes no supone ningún problema. Muchos de ellos ya se han acostumbrado a tomar un café con compañía felina y algún que otro ronroneo de fondo. «Son muy conscientes del problema que supone el abandono y les gusta que los gatos estén sanos. Además son muy tranquilos y hacen mucha compañía», asegura Fajardo.

En su opinión «los gatos suelen ser los grandes olvidados. Cuando son adoptados la vida les da un giro de 360 grados, se sienten protegidos. Para nosotros es una experiencia muy enriquecedora y para ellos algo extraordinario».