Medio Ambiente

Miles de personas haciendo cola para oler una flor

La flor de un cactus «muerto» del desierto de Arizona, que solo vive un día, vuelve a concitar toda la atención

Miles de personas esperaron pacientemente para disfrutar de la belleza y el exótico aroma de la «reina de la noche», la flor de un cactus del desierto de Arizona (EE.UU.) que abre casi al unísono al atardecer y muere al salir el sol
Miles de personas esperaron pacientemente para disfrutar de la belleza y el exótico aroma de la «reina de la noche», la flor de un cactus del desierto de Arizona (EE.UU.) que abre casi al unísono al atardecer y muere al salir el sollarazon

Miles de personas esperaron anoche pacientemente para disfrutar de la belleza y el exótico aroma de la «reina de la noche», la flor de un cactus del desierto de Arizona (EE.UU.) que se abre al atardecer y muere al salir el sol.

Durante todo el año el cactus pareciera estar «muerto», sus ramas largas y delgadas de color grisáceo con espinas parecieran ser troncos secos, sin vida, pero durante la primavera produce brotes que se convierten una noche al año en hermosas flores de un blanco radiante.

La rareza de esta planta y sus flores únicas atrae cada año la atención de los amantes de la naturaleza, que pacientemente esperan «el llamado de la reina», como se conoce a la noche en que los cactus florecen casi de forma simultánea.

Para los expertos, es el instinto de supervivencia de la planta lo que produce esta floración masiva.

«Todos los cactus florecen al mismo tiempo porque solo viven una noche y dependen de una mariposa nocturna para ser polinizada, lo que permite al cactus generar la semilla necesaria para seguir reproduciéndose», explica a Efe Lee Mason, representante del parque Tohono Chul y experto en esta planta.

Y es que este parque de la ciudad de Tucson, en el sur de Arizona, cuenta con cerca de 400 ejemplares del denominado cactus periocereus greggi, típico también de la zona desértica del norte de México.

Cada año, aproximadamente 2.000 personas acuden al parque a disfrutar de la «gran noche» en la que aprecian las flores hasta el amanecer.

No existe una fecha exacta para que los cactus florezcan, por lo que Mason vigila muy de cerca el comportamiento de las plantas tan pronto surgen los primeros brotes de flores para intentar «predecir» la noche en la que la mayoría abrirán al unísono.

«Todavía no hemos podido determinar si el calor o la lluvia son factores para que las flores abran más rápido», señala Mason, quien desde 1997 lleva un registro del comportamiento de esta singular flor.

Este año, la «reina de la noche» fue muy «caprichosa» y sus flores tardaron más de lo usual, pues tradicionalmente esta cita casi improvisada con los amantes de las flores se da en junio.

Esta demora se debe, asegura el experto, a la sequía vivida en los últimos meses y las altas temperaturas este año en la zona, así como el retraso en la llegada de las habituales tormentas del monzón que caen cada verano.

Debido a este caprichoso comportamiento de la «reina de la noche», cientos de personas se inscriben en la web del parque para recibir actualizaciones sobre el progreso del crecimiento de las flores hasta que llega la «gran noche».

Las flores de color blanco con matices amarillentos comienzan abrir sus pétalos alrededor de las 6 de la tarde y llegan a su plenitud hasta la medianoche.

Los visitantes comienzan a llegar al parque tan pronto comienza el atardecer, las veredas son adornadas con lámparas que permiten a la gente ver estas majestuosas flores de un peculiar aroma «intenso y dulce».

«Es una flor tan bella, he venido a verla los últimos diez años», dijo a Efe Laura Soto, residente de Tucson.

Los amantes de la naturaleza disfrutan así del espectáculo, y recorren cada vereda para contemplar esta flor de unos 15 a 20 centímetros de largo y un diámetro de unos 7 centímetros a la que, saben, le quedan horas de vida. No así a la planta.

«Este es un cactus que vive por muchísimos años, no sabemos exactamente cuántos, pero pueden ser más de cien», explica Mason. Así, durante más de un siglo su flor asombra por sus finos pétalos y su efímera existencia. EFE