Contaminación

Un preocupante estudio alerta de la contaminación por diésel

Las emisiones de motores diésel son muy superiores a las admitidas, según un análisis en once países

Ciudades como Madrid están tomando medidas cada vez más severas contra la contaminación
Ciudades como Madrid están tomando medidas cada vez más severas contra la contaminaciónlarazon

Un estudio sobre emisiones de vehículos diésel realizado en 11 países, que aglutinan aproximadamente el 80% de las ventas de coches con este tipo de combustible, ha constatado que en una proporción mucho mayor de lo que se temía se superan los límites de emisión de partículas contaminantes certificados.

En concreto, esta barrera se supera en casi un tercio de las mediciones en vehículos pesados ​​en carretera y más de la mitad de las emisiones de vehículos diesel ligeros en carretera, según un estudio que acaba de publicar la revista Nature, y que arroja otra preocupante conclusión: estos excesos de emisiones (que ascienden a 4,6 millones de toneladas) están asociados a unas 38.000 muertes prematuras. Entre ellas se incluyen alrededor del 10% de todas las muertes prematuras relacionadas con el ozono en los 28 estados miembros de la Unión Europea.

Como resalta el estudio, las emisiones de los vehículos contribuyen a las partículas finas (PM2.5) ya la contaminación atmosférica del ozono troposférico, afectando a la salud humana los rendimientos de los cultivos y el clima en todo el mundo. Los vehículos diesel en carretera producen aproximadamente el 20 por ciento de las emisiones antropógenas globales de óxidos de nitrógeno (NOx), que son PM2.5 clave y precursores de ozono.

Los vehículos de servicio pesado, continúa el estudio científico, son el principal contribuyente al exceso de emisiones de NOx diesel y los impactos asociados a la salud en casi todas las regiones.

Estas emisiones en exceso de los motores diésel fueron responsables por la muerte prematura de 11.500 personas en Europa, 10.600 en China, 9.300 en India y 1.100 en Estados Unidos.

El estudio, firmado por más de una decena de investigadores, ha sido coordinado por el National Center for Atmospheric Research, en Colorado (Estados Unidos), y por la European Commission Directorate-General for Environment (Bruselas).