Finlandia
Un proyecto de la UE busca facilitar la migración de animales
Es indudable que las zonas protegidas han facilitado la prosperidad de la biodiversidad europea. No obstante, es preciso ampliar los vínculos entre dichas zonas y prestar mayor atención a las necesidades de las especies concretas. Estas son algunas de las conclusiones más destacadas del proyecto financiado con fondos europeos SCALES (Securing the Conservation of biodiversity across Administrative Levels and spatial, temporal, and Ecological Scales), que durante cinco años ha llevado a cabo un extenso estudio de evaluación sobre la gestión de los hábitats naturales de Europa. El proyecto llegó a su fin en el verano de 2014 y ha publicado un informe final, además de poner a disposición de los responsables políticos una herramienta interactiva online.
SCALES trató sobre Natura 2000, una red europea para la protección de la naturaleza. Natura 2000 ya es la mayor red del mundo de reservas naturales. Cuenta con más de 26 000 zonas terrestres y abarca cerca del 17,5 % de la superficie de la UE. Pero lo que a esta red le faltan son enlaces funcionales entre las distintas zonas protegidas. Ello permitiría que las especies raras migrasen de unas zonas a otras, lo cual garantizaría, a su vez, la estabilidad genética a largo plazo de las respectivas poblaciones.
En consecuencia, el susodicho informe final señala la necesidad de ampliar las actuaciones en apoyo de aquellas especies que encuentran mayores dificultades para desplazarse. Las aves no suelen toparse con escollos para migrar entre reservas naturales, pero para muchas clases de anfibios, como las ranas, las carreteras resultan obstáculos prácticamente insalvables. El equipo responsable del proyecto SCALES indica, como una solución eficaz para este problema, el establecimiento de enlaces entre las zonas protegidas pequeñas y las de mayor extensión, informa la agencia de la UE Cordis.
Diversos científicos opinan que esta estrategia sería beneficiosa para la economía, amén de para la protección de la naturaleza: las estructuras naturales (como setos y márgenes de campos) revisten importancia para las especies amenazadas de flora y fauna, ya que les permite migrar por las tierras agrícolas. Asimismo, estas estructuras contrarrestan la erosión del suelo y proporcionan hábitats para los insectos polinizadores, que potencian la productividad agrícola de estas zonas.
El informe del proyecto señala también la especial importancia a largo plazo de la existencia de enlaces que posibiliten a las distintas especies migrar a grandes distancias si sus hábitats actuales han sufrido alteraciones causadas por el cambio climático. Por añadidura, se resalta la conveniencia de gestionar aquellas especies que se desplazan abarcando grandes territorios (como la cigüeña y el lobo) mediante una cooperación entre países vecinos.
Los científicos participantes en SCALES recomiendan que, en última instancia, también se respeten ciertas normas mínimas de conservación natural en aquellas regiones ubicadas entre zonas protegidas. Tales normas mínimas, apuntan, no serían perjudiciales ni para la producción agrícola ni para la silvícola.
Los resultados del proyecto se han presentado también a través de una herramienta interactiva y de fácil uso que se ha diseñado expresamente para atender las necesidades de responsables políticos y demás autoridades. Esta herramienta brinda acceso a toda una gama de datos y mapas de biodiversidad que se han recopilado o elaborado en el transcurso del proyecto. Se trata de una herramienta sin precedentes que se espera genere ideas nuevas e innovadoras para abordar diversas cuestiones complejas de conservación.
SCALES es uno de los mayores proyectos de investigación en Europa destinados a la biodiversidad. Cuenta con un presupuesto total de casi 10 millones de euros y los estudios de casos prácticos realizados han abarcado regiones de Finlandia, Francia, Grecia, Polonia y Reino Unido.
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